

CUZCO.- Cuenta la leyenda que Qosco (como la llamaron sus primeros habitantes) fue fundada por el primer inca, Manco Cápac, entre los siglos XI y XII, y que debido a su estratégica ubicación (cerca de los riquísimos y fértiles valles de los ríos Tullumayo, Saphi y Urubamba) y su intensa actividad comercial y religiosa, con el tiempo se convirtió en la capital del imperio y el centro de la civilización más grande que haya conocido América del Sur: el incaico. De ahí su nombre, ya que Qosco, en quechua, significa centro u ombligo del mundo.
La historia dice que Cuzco fue una de las primeras ciudades del continente, refundada por Francisco de Pizarro en 1534 -luego de someter a los habitantes y ejecutar al último cacique, Atahualpa-, y también, y sin duda, la que mayor importancia tuvo durante los años de dominación española debido no tanto a su función comercial, sino a las enormes riquezas en oro, plata y piedras semipreciosas que aquí había.
El presente dice que Cuzco es la ciudad viva más antigua de América; y la afirmación es absolutamente cierta, pues es un ejemplo de vitalidad.
Esta enorme metrópoli, nada menos que a 3390 metros de altura, ahí donde el oxígeno escasea y el sol pica con una dureza inusitada, es hoy la cuarta en importancia del Perú y es, quizá, uno de los destinos más famosos del continente. Es, también, una urbe cosmopolita como pocas, donde sus más de 350.000 habitantes conviven cada día con centenares de visitantes de los confines más diversos del planeta. Es, además, la puerta de entrada al Valle Sagrado de los Incas y la primera escala antes de iniciar el mágico camino hacia la más mágica aún Machu Picchu. Es, finalmente, un centro urbano, encantador y sorprendente, que cautiva y enamora a primera vista y que invita a ser disfrutada y descubierta a cada paso.
En perfecta armonía
La armonía entre el estilo colonial español y la tradición precolombina se funden en cada una de las casas y cada uno de los edificios, combinando techos de teja colorada con grises muros de piedra, mientras un enjambre de estrechas callecitas empedradas flanqueadas por enormes paredes de basalto se tejen a cada paso, invitando a perderse y deambular durante horas descubriendo sus innumerables atractivos.
Es que en Cuzco todo deslumbra y todo es historia viva. Es que ahí donde había un templo incaico, los españoles levantaron una iglesia o un edificio público; en parte, como una forma de eliminar las tradiciones y la cultura precolombina, y en parte, para aprovechar las sofisticadas técnicas constructivas antisísmicas desarrolladas por los incas. Así, fueron construyendo una nueva metrópoli sobre las ruinas de la antigua ciudad imperial hasta crear un estilo estético simple y vistoso, en el que la influencia española y la tradición precolombina conviven en armonía.
Un vivo ejemplo de esto se puede observar en lo que hoy es el templo de Santo Domingo. Esta magnífica iglesia de estilo barroco colonial fue levantada sobre las ruinas del que fue el templo más importante de los incas, el Koricancha, el cual, según los cronistas de la época, tenía sus paredes tapizadas en láminas de oro pues era el sitio de adoración de Inti, el dios Sol (Koricancha significa casa dorada). En el templo hoy conviven los viejos paredones de roca con una de las más valiosas colecciones de pintura de la escuela cuzqueña, con decenas de obras de artistas como Diego Quispe Tito o Martín de Loayza.
Otro de los baluartes de esta conjunción es la iglesia de la Compañía. Considerado como el templo más hermoso del continente no sólo por la complejidad de su fachada de estilo barroco-colonial, sino por la exquisitez de su altar mayor (para muchos, el más hermoso de América), fue construido sobre lo que era el palacio del inca Huayna Cápac y en uno de sus costados todavía se pueden ver las paredes que formaban la monumental residencia del emperador. Separado por un estrecho callejón construido por los incas, está el convento de Santa Catalina, que en su interior conserva vestigios del Acclahuasi, el Templo de las Vírgenes del Sol.
Pero quizá donde mejor se puede ver la impronta española es en la Plaza de Armas. Fue erigida donde estaba la Huacaypata, o plaza del guerrero, que era el lugar ceremonial por excelencia de los incas y donde cada 22 de junio se celebraba el Inti Raymi o Fiesta del Sol, para conmemorar el solsticio de invierno. Ahí, los conquistadores derribaron estatuas y lugares sagrados, y en su lugar construyeron edificios de dos plantas, con techos abovedados y frentes con arcadas que se conservan hasta hoy.
Ahí está la catedral, una construcción renacentista del siglo XVI, que demandó 104 años de trabajos y alberga el enorme altar principal construido en plata sólida y la campana de María Angola, traída de Europa y que, según se dice, es la más grande del mundo.
Muy cerca está la iglesia y el monasterio de La Merced, sin duda uno de los edificios más impresionantes de Cuzco. En su interior conserva decenas de pinturas que relatan la vida de San Pedro Nolazco, fundador de la orden, así como las tumbas de los conquistadores Gonzalo Pizarro, hermano de Francisco, y Diego de Almagro. En una de sus bóvedas se puede apreciar el encantador techo estrellado, mientras que su altar principal conserva una enorme cruz de plata y un custodio de oro macizo de un metro de alto, recubierto por unas 600 perlas y más de 1500 diamantes.
El barrio de San Blas es otro ejemplo de la influencia española. Ahí, en medio de centenares de negocios dedicados a las artesanías, se encuentra el templo que hace honor a ese santo y que es un verdadera joya del arte colonial, que se destaca por el púlpito realizado con madera de cedro tallada que es una verdadera joya de la ebanistería.
Pero Cuzco no es sólo historia. Es también diversión y entretenimiento. Decenas de restaurantes, bares, pubs y discotecas conforman una oferta para todos los gustos y edades, y que invitan a disfrutar la noche y estirarla en largas madrugadas.
Datos útiles
Cómo llegar
- Taca, Buenos Aires-Lima-Buenos Aires, US$ 277.
- Taca, Buenos Aires-Cuzco-Buenos Aires, con escala en Lima, US$ 335,15
- Lan Perú, Lima- Cuzco, US$ 102
(Las tarifas no incluyen tasas de aeropuerto)
Dónde alojarse
- Hotel Libertador Palacio del Inka Ubicado en la plazoleta de Santo Domingo, frente al convento de ese nombre, ofrece habitaciones dobles desde US$ 270 la noche www.libertador.com.pe
- Hotel NH Novotel En una ubicación estratégica, a sólo dos cuadras de la Plaza de Armas, tiene habitaciones dobles desde US$ 128 www.novotelcusco.com.pe
- Sonesta Posada del Inca En pleno centro de la ciudad, tiene habitaciones dobles desde US$ 85. www.sonesta.com/Cusco
Dónde comer
Como toda gran ciudad, la oferta gastronómica en Cuzco es múltiple y variada. Algunos lugares muy recomendables son:
- Inka´s Grill, en la Plaza de Armas, ofrece una variedad de platos regionales e internacionales a precios moderados.
- MAP Café, en el Museo de Arte Precolombino, tiene una carta pequeña, pero tentadora con platos de cocina fusión.
- Restaurante Cicciolina, c ocina internacional, gourmet y fusión en un entorno único.
Qué hacer
- Cuzco es la puerta de entrada al Valle Sagrado de los Incas y paso previo a Machu Picchu. Por eso es recomendable un city tour para tener una primera vista de la ciudad y luego recorrerla lugar por lugar, además de las ruinas de los alrededores.
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