
ABU DHABI.- Cambia, todo cambia, suele decirse por ahí. Y los grandes cruceros parecen no escapar a esa norma. Prueba de esto es que, luego de 41 años de servicio, el gigante Queen Elizabeth II fue llevado a Dubai donde se quedará definitivamente para ser reconvertido en un hotel de lujo flotante.
El Queen Elizabeth, que fue botado por la reina Isabel II el 20 de septiembre de 1967, fue adquirido hace un año por la compañía emiratí Istithmar en 50 millones de libras esterlinas (unos 76 millones de dólares), y está previsto que sea instalado definitivamente en las costas de la isla de Jumeira, la famosísima ínsula artificial en forma de palmera en la costa dubaití, uno de los principales destinos para el turismo de lujo del mundo.
Este espectacular barco realizó 24 cruceros alrededor del mundo desde 1975 y cruzó el Atlántico en 803 ocasiones. Sus 70.327 toneladas acogieron en las últimas décadas a más de dos millones de pasajeros y recorrió alrededor de 5,5 millones de millas náuticas, distancia equivalente a viajar trece veces a la luna.
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