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Del tiempo de las quintas y los aljibes en San Isidro

Recuerdos de familia. Buena parte de la historia de este municipio del Gran Buenos Aires en el museo y biblioteca Quinta Los Ombúes




El tiempo de las quintas que nombra el poema Adrogué, de Jorge Luis Borges, aún se intuye hoy en la Quinta Los Ombúes del casco histórico de San Isidro. Allí funciona desde 2006 el museo, la biblioteca -con su sección pedagógica Dr. Cosme Beccar- y el Archivo Histórico Municipal Dr. Horacio Beccar Varela, nombrado así en homenaje a su donante. Cosme Beccar y María Varela habitaron la casa desde 1881; permaneció en manos de la familia hasta 2005, momento en el que se entregó al municipio de San Isidro.
En 1965, ya consagrado como escritor, Manuel Mujica Lainez redactó un libreto para el espectáculo de luz y sonido Evocación Histórica, Quinta Los Ombúes, representado el 3 de diciembre de 1965, fecha en que Horacio hubiera cumplido 90 años. Allí pasó una temporada Mujica como huésped cuando, al regresar de Europa, sus padres lo enviaron a la quinta de su tío para que completara sus estudios en el Colegio Nacional de San Isidro.
"Esta casa, estos árboles, esta barranca, esta verja, y lo que esta casa encerraba en un tiempo y los que entonces la habitaron, constituyeron uno de los mundos felices de mi adolescencia. A ella vuelvo esta noche como un peregrino, yo, que alguna vez formé parte de su vida", escribió Mujica Lainez.
El tiempo de las quintas es aquel que se intuye al transitar por el jardín de la barranca con sus árboles centenarios o al caminar por los cuartos de la casona original del período virreinal, con cambios realizados en los siglos XVIII y XX, como el patio con aljibe y mayólicas donde se exhiben los tablones de la puerta junto a la cual cayó asesinado por la espalda Florencio Varela, en Montevideo.
El escritor Rupert Croft-Cooke, que estuvo ligado a la familia como profesor de inglés en 1924, también describe sus recuerdos de la quinta en su libro The World is Young (1937). Entre otras referencias describe la casa, la barranca y los que vivían allí. "Había el Dr. Horacio Beccar Varela, su mujer, sus hijos y también más del acostumbrado ejército de tíos, tías y parientes, que habían venido allí a vivir en paz con su tribu; de modo que el doctor era como un patriarca bíblico entre sus antepasados y progenie?"
Tiempos de puchero diario según cuenta hoy su nieto Horacio, hijo de Horacio (Bimbo), uno de los 12 hijos del donante, y de flan hecho por las tías vestidas de negro con algún encaje blanco, ora sentadas eternamente, tejiendo o rezando, ora meciendo un bebe. Tiempo de infancia para tirarse por la barranca, colarse dentro de un árbol, robarle un beso a una prima o presentar la novia a los abuelos.
Las seis salas exhiben parte de la historia de San Isidro y su templo con un guión museográfico logrado. Dos de éstas muestran exposiciones provisionales y otra reúne objetos como el bucle de Florencio Varela cortado por José Mármol luego de su trágica muerte. O el telescopio de Cosme Beccar, la foto de las tías Justa, Sara y Florencia, el busto de la enfermera María Carolina Beccar Varela, el reclinatorio que perteneciera a Justa Cané de Varela o el Cristo de fines del siglo XVIII, entre otros objetos y fotos.
En el predio de una hectárea con su barranca se llegaron a avistar 65 especies de aves; actualmente forma parte del proyecto de recuperación de plantas nativas del municipio. Algarrobos, algunos de los más bellos jacarandás de San Isidro, los espinillos, el azul de noviembre en el palo borracho, el pino y el cedro: todo puede visitarse en forma libre y gratuita.
Cuando era chica y vivían mis abuelos Bimbo y Sari, la Quinta Los Ombúes aún estaba en manos de la familia de mi bisabuelo, Horacio. Una vez por año marchábamos los seis hermanos y padres para San Isidro: éramos los del centro. Llegábamos por la tarde para encontrarnos con los 9 hermanos de mi papá y los primos, que eran muchos. Eran bellas jornadas para jugar en la barranca, comer empanadas y escuchar la música de la familia de la hoy cantante Guillermina Beccar Varela. Siempre había una sorpresa de mis abuelos para cada uno de los nietos, que no eran pocos: con sólo hablar de la familia de Guille... ¡Son 12 hermanos! O los 10 hijos de Carlos, recientemente fallecido, autor del libro El arte de amamantar a su bebé, pionero en la defensa del amamantamiento. Una familia numerosa..., y ecléctica.
El ocio de las tardes de sol aún ilumina las galerías de la Quinta Los Ombúes, que el tiempo de las quintas nombra.ß

? Datos útiles

La Quinta Los Ombúes queda en la calle Adrián Beccar Varela 774, San Isidro, (4575-4038). Entrada libre. Para coordinar visitas guiadas comunicarse por el 4575-4038, interno 30, visitas@quintalosombues.com.ar
Salas del museo, de abril a octubre: martes y jueves, de 10 a 18. Sábado y domingo, de 14 a 18. De noviembre a marzo: martes y jueves, de 10 a 18; sábado y domingo, de 15 a 19.
Biblioteca y archivo: lunes a viernes, de 10 a 18. Para saber más: www.quintalosombues.com.ar
Asociación de Amigos Quinta Los Ombúes: amigos@quintalosombues.com.ar

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