Newsletter
Newsletter

Del ¡vamos Argentina! a la alemanización de Río




Lo recuerdo claramente y creo que no lo voy a olvidar nunca. Sucedió un mes atrás caminando por las calles de Río de Janeiro, a horas del puntapié inicial del Mundial, cuando Brasil todavía tenía la ilusión campeona en flor.
¡Aaargentina, Aaargentina! El aliento ensordecedor venía de un grupo de manifestantes brasileños que estaba en contra de la Copa por los gastos que le ocasionó a la ciudad (y al país) y los presupuestos que se resignaron en otras áreas, como salud y educación.
Los manifestantes que marchaban por la tarde carioca con la samba a cuestas cortando calles, cuando vieron camisetas albicelestes paseando por la avenida Atlántica en Copacabana, la costanera más famosa del mundo, empezaron a alentar a nuestra selección con todas sus fuerzas.
Querían especialmente que la Argentina sea el nuevo campeón.
Había una explicación y Tania, una de las manifestantes, se encargó de darla. "El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, dijo que si la Argentina sale campeón del mundo..., se suicida", comentó. Y como estaban en contra de la organización del Mundial y también, claro, del alcalde, decidieron sumarse a la torcida argentina y alentarla, a pesar de su corazón verdeamarelo.
Ahora me pregunto, cuando hoy la Argentina se enfrente a Alemania en el Maracaná por la gran final, ¿también alentarán a los germanos, como parece que casi todo Brasil lo hará? ¿Finalmente les dará pena que el alcalde se mate? Aunque ya no tengo forma de comunicarme, Tania, esa mujer morena que habla perfecto español, ¿gritará por la Argentina? Su causa contra el déficit hospitalario parecía más fuerte que cualquier partido, más fuerte que la eterna rivalidad futbolística entre Brasil y la Argentina, que hasta logró alemanizar a uno de los países más calientes y alegres del mundo.
También recuerdo especialmente la visita a la favela de Santa Marta, una de las primeras en ser pacificadas en Río de Janeiro. En el barrio de Botafogo está abierta a los turistas. Allí, José Carlos fue el guía que me llevó a recorrer la laberíntica comunidad de más de 6000 habitantes.
Subiendo por las escaleras comentó que en el hostel que hay en Santa Marta había muchos argentinos, que hasta se habían hecho amigos y muchos chicos brasileños ya se paseaban con camisetas argentinas.
Incluso me regaló una figurita del álbum del Mundial que tenía repetida como símbolo de amistad entre los países, que a mi hijo le vino muy bien: de pura casualidad era una de las pocas que le faltaban para llenar.
Otros muchos, muchísimos por las calles, en la playa, en los negocios al descubrir mi portuñol me dijeron que nos veríamos en la final, que no podíamos perder antes... Por ese entonces todavía no se escuchaba el hit Brasil, decime qué se siente. De todas maneras no me imagino a Río alemanizado. Creo que ni el fútbol lo puede lograr.ß

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo

Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo


por Redacción OHLALÁ!


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP