

ORLANDO.- El ascensor sube lentamente, casi sin fuerza. Está lleno de pasajeros y completamente oscuro. Sólo se puede ver, arriba de la puerta, una pequeña indicación luminosa que indica el número de piso. El elevador pierde velocidad y un sonido corto anuncia la llegada. El cartel marca en rojo el piso 13. De inmediato, las puertas se abren y entra una luz muy fuerte. Algunos suspiran aliviados porque la oscuridad les molestaba. Momento de salir.
Pero de pronto el ascensor comienza a caer vertiginosamente al vacío. Está totalmente descontrolado. El terror invade la escena. Los gritos traspasan las paredes y el llanto desesperado de unas chicas retumba en el edificio. Pánico. El final se acerca y la máquina sigue bajando con toda su furia. Faltan pocos metros para que se estrelle. Horror.
La mole de hierro frena de golpe. Todo terminó. La mayoría están muertos. Sí, pero de risa. Llegó el final, pero del juego. ¡Bienvenidos a Disney! Esta es la Torre del Terror, una de las últimas atracciones de este mundo lleno de magia, adrenalina y diversión.
Si lo que busca es sorprenderse, reírse y acercarse peligrosamente a la realidad, los parques alegóricos de Walt Disney World ofrecen, desde su apertura, en 1971, todo eso y mucho más. Año tras año la ilusión renace, los espectáculos cambian y las nuevas atracciones dejan a más visitantes con la boca abierta. Porque este universo de fantasía, creado por ese visionario que fue Walt Disney, se renueva cada temporada.
Rodeando el lago Buena Vista, 32 kilómetros al sudoeste de Orlando, en el Estado de Florida, se encuentran las 12.140 hectáreas de Disney, que albergan seis campos de golf, tres parques acuáticos, 27 hoteles y resorts, el Downtown Disney, el complejo Wide World of Sports y sus cuatro vedettes: los parques alegóricos MGM Studios, Magic Kingdom, Epcot Center y Animal Kingdom. Para esta temporada, Disney hizo varios toques de varita mágica y sacó de la galera muchas novedades, que asombrarán a los visitantes que vienen por primera vez y a los que ya conocen las sorpresas de este parque y regresan por más.
Con el objetivo de siempre, la educación por medio del entretenimiento, aunque con la última tecnología, Epcot, el parque del futuro, puso algunos ingredientes picantes para satisfacer el apetito de los hambrientos de diversión. Está dividido en dos mundos: el Future World, donde se ven los últimos adelantos tecnológicos y se puede espiar lo que vendrá, y el Word Showcase, ideal para explorar la cultura de once países.
Para ajustarse el cinturón
También, Epcot ofrece Imagination!, un paseo por medio de aventuras visuales, sonoras y sensoriales, que lo harán dudar de sí mismo. Para ajustarse el cinturón y acelerar sin temor a las multas llegó Test Track, la atracción más larga y rápida en la historia de Disney, que está inspirada en las pruebas reales de la compañía General Motors.
A su vez, este parque futurista atrapa con Innoventions, una exposición donde descubrirá hoy la tecnología del mañana. Y por último, el show de fuegos artificiales, ya de noche, antes de que el parque cierre, vale la pena y la espera.
En el parque MGM Studios, la montaña rusa Rock, Roller Coaster da la nota. Con una imponente guitarra gigante en su entrada, este juego realizado en homenaje al grupo Aerosmith invita a tomar una limousine para arribar a tiempo a su concierto. Nadie llega tarde. ¿La razón? El motor acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de tres segundos. Luego, las bruscas vueltas y los atajos del recorrido hacen las delicias y el terror de los invitados al show.
Antes de cerrar, después del desfile de la tarde, siempre basado en alguna de sus películas, MGM tiene su broche de oro. Cuando el sol se oculta, comienza el espectáculo Fantasmic, que ilumina el cielo con sus fuegos artificiales, láser, y aguas danzantes. Son 25 minutos de pura emoción.
El otro parque, Magic, famoso por el castillo, también tiene, para esta temporada, sus excusas para seguir cautivando al público. Por ejemplo, las aventuras del oso Winnie the Pooh constituyen un viaje de ternura por un cuento, ideal para los más pequeños de la familia.
Para grandes y chicos está la atracción de la película Toy Story 2, Buzz Lightyear«s Space Ranger Spin, donde el público deberá ayudar al héroe a luchar contra el villano Zurg.
También estará The Enchanted Tiki Room, una función que tiene al humor como protagonista y una coreografía musical muy divertida con los personajes de Aladdin y El Rey León. Aunque el clásico de los clásicos es la parade (desfile) en Main Street, que con 500 mil luces ilumina el cielo de Disney y queda grabado en la retina para siempre.
Por otra parte, en Animal Kingdom, el parque más nuevo y con 200 especies en exhibición, Tarzán bailará entre las lianas, en un espectáculo de 30 minutos a puro rock and roll. Además, el continente asiático dirá presente con un viaje en balsa por los rápidos del río y con una caminata en medio de densas junglas, antiguas aldeas y por las ruinas habitadas por tigres, gibones, murciélagos y muchos otros animales exóticos.
La atracción que se lleva los aplausos y todas las fotos es el safari Kilimanjaro, una aventura similar a las que se viven en las sabanas de Africa.
Pero la gran apuesta de Disney, además del reciente estreno de su película 102 dálmatas, se verá a principios del mes próximo: la inauguración del Animal Kingdom Lodge, el hotel temático con categoría de lujo, que tendrá animales sueltos y un paisaje digno de la mejor reserva africana.
Mientras tanto, en Disney ya está todo preparado. Sólo falta dejarse llevar por la imaginación para que el show comience.
La cola más larga es la de Pluto
Boletos multiuso, para no esperar
Como dice el dicho popular, el que espera, desespera . Convencidos de esto, Disney incorporó el nuevo sistema, Fastpass, que evita que los visitantes de los parques tengan que hacer largas colas en las atracciones más populares y, así, puedan aprovechar mejor su tiempo para disfrutar.
Sin costo alguno y con un beneficio notorio en la época de temporada alta, cuando la cantidad de huéspedes es incalculable, este boleto agiliza el ingreso, permite ir a comer o hacer compras sin perder el turno y brinda prioridad de paso.
Para poder utilizarlo, el visitante deberá insertar su boleto de entrada dentro de la máquina en los juegos que ya tengan este sistema, y al instante, saldrá un ticket blanco y pequeño, donde estará marcada la hora en que deberá regresar para entrar en la atracción. Hay una hora de tolerancia. Esto significa que no se podrá ingresar antes de la hora fijada, pero sí durante el espacio de tiempo asignado.
Mientras, podrá ir a otros juegos, descansar o sacar fotos. Eso sí, el boleto deberá guardarlo bien porque a la hora señalada tendrá que exhibirlo, para entrar tan rápido, como todo lo que sucede en Disney.
Florencia Otero Novoa
Para La Nación
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