
Me despierto todos los días a eso de las 9 y media, me cambio a mil por hora, hago mate, preparo a los chicos (a veces los 3, a veces 2) y nos vamos a la playa.
Nos quedamos ahí jugando hasta las 11 y media.
Nico no viene, se queda o durmiendo su primer siesta del dia, o mirando la tele.
Volvemos y almorzamos todos juntos.
Todos los días igual.
Soy tan feliz. Está tan bueno dividir el dia en "madre e hijos" y "familia".
Supongo que para Nicolás también está bueno.
Los hombres que conozco, no están diseñados para estar todo el día con sus hijos.
Y las mujeres que conozco, no están diseñadas para estar todo el día con el marido.
A veces, una sabe cómo manejarse.
Y las cosas funcionan.
Como en estas vacaciones.
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