
División Miami
Crockett & Rico, los agentes de la famosa serie, ahora película, estarían orgullosos: su ciudad vive un momento de esplendor. Aquí, el ecléctico panorama de un destino de lo más diverso
27 de agosto de 2006

MIAMI.- En la Lincoln Rd. hay una considerable cola para ver la única película de la que tiene sentido hablar por estos días acá: Miami Vice , versión cinematográfica de la serie de televisión de los años 80 que, para el mundo, convirtió a Don Johnson en modelo estético de la década y a Miami en un lugar con onda. Un fenómeno curioso, si se recuerda el gusto de Sonny Crockett (el personaje de Don) para vestir y que el programa mostraba tanto glamour, sol y Ferraris como crimen organizado, cocaína y corrupción general.
A la gente de Miami, ansiosa por verse de algún modo en la pantalla, finalmente no le gustó mucho la película. Tampoco a los críticos. Scott Fundas, del Miami Newtimes, resumió bien la impresión popular: "Es como un auto al que le cambian todo menos los asientos", dijo por lo poco que quedaba de la serie de culto.
Más acá del espectáculo, División... tiene cierta importancia para Miami y quizá por eso la decepción de los fans locales sea mayor. Entre 1984 y 1989, muchos de sus capítulos se grabaron en el distrito art déco de South Beach, entonces muy lejos del parque temático cool que es hoy. La producción se veía forzada, por ejemplo, a pintar algunos de los 800 edificios art déco que actualmente son un atractivo turístico de la zona.
Cuando por allí en la ficción los agentes Sonny y Rico perseguían narcotraficantes, en realidad no había mucho más que hoteles en decadencia, entre inquietantes índices de criminalidad. Sólo a fines de los 80, en parte gracias a la serie que terminaba, comenzó la recuperación. Aunque cueste creerlo al caminar hoy por Ocean Drive, entre la mayor concentración de modelos por metro cuadrado en el planeta.
A Cuba, directo por la Calle Ocho
La Pequeña Habana debe ser uno los barrios culturalmente más interesantes de Miami y el referente más claro de la presencia latina en Estados Unidos, cubierto de carteles comerciales en español, la primera lengua local.
Centro de los festejos ante las noticias de la internación de Fidel Castro, que acá personifica el Mal, el eje del barrio es la Calle Ocho, de la avenida 12 a la 17, aproximadamente. Allí se encuentra todo tipo de locales para el consumidor latino, si no específicamente cubano: restaurantes de comidas típicas, tabaquerías, galerías de arte folklórico, disquerías, videoclubes y, por supuesto, mostradores donde enviar dinero al exterior, rubro clave para la economía de la isla. Hay hasta un Mc Donalds y un Domino s Pizza hispanos (con arquitectura y menú especiales), además de un cine con películas filmadas al sur de Hollywood.
Lo imperdible es el club de dominó (y ajedrez, en Calle 8 al 1500), con una veintena de mesas donde jubilados cubanos, de camisa habanera, cigarro y gorra de béisbol pasan el día jugando y sosteniendo conversaciones a veces de comedia. Y en las veredas se tomó la idea de Hollywood y se pusieron estrellas con los nombres de diversas luminarias latinas, desde Julio Iglesias y Thalía hasta los reyes del narcocorrido, Los Tigres del Norte.
Al la hora de comer hay mucho para elegir, pero una opción casi insuperable: Exquisito Restaurant (calle 8 1510), del cubano Juan Martín Coro, tan barato como recomendado por The New York Times, entre muchos otros medios, como el mejor en sus especialidades en Miami: sopa de pollo (US$ 2,75) y ajiaco criollo (3,75). Aunque para probar de todo un poco, nada como el último viernes del mes, el Viernes Cultural, cuando la Calle Ocho se transforma en una feria gastronómica.
Originalidad, ingrediente clave
En la amplia y cambiante oferta gastronómica de Miami hay un ingrediente fundamental: la novedad. Acá, a la gente hay que atraerla con buena comida, pero también con alguna originalidad, algún concepto o gancho. Esta es una mínima y muy ecléctica selección con algunos ejemplos recomendables.
Green Street Cafe. Transitada esquina de Coconut Grove para ver y dejarse ver. Informal y joven, el menú no es naturista, pero tiende a lo natural, con buenos jugos, ensaladas, hamburguesas vegetarianas y guacamole con nachos en porciones abundantes. Especial para el brunch dominical, por unos 20 dólares el cubierto.
3468 Main Highway, Coconut Grove
Novecento. El restaurante argentino con sedes en Nueva York y Punta del Este tiene dos casas en Miami, una en Brickell Rd. y otra en Miami Beach. La segunda es ideal para el sábado a la noche: mucha gente (muchos argentinos), DJ, luz tenue y plasmas. Hay pastas (apuesta segura: ravioles de cangrejo), carnes (aproximadamente, entre 15 y 20 dólares el plato) y hasta empanadas (dos por 7 dólares). Y gran final con copa helada Novecento (frambuesa, chocolate y sabayon). Se rumorea entre las mesas que pronto habría Novecento en otra ciudad norteamericana.
1080 Alton Rd., Miami Beach
Sushi Samba. Aparente contradicción en términos, este lugar sobre la Lincoln Rd. combina comida japonesa, brasileña y peruana, cebiche, sushi y feixoada. El brunch del domingo, por unos 15 dólares, es una buena alternativa para comprobarlo, ya que mezcla un poco de todo, con tapeos salados y dulces en un orden un poco confuso, pero gratificante. "Le decimos el monstruo naranja -dice el mexicano Carlos, a cargo de domarlo- porque aquí pasa de todo." El domingo al mediodía o a la tarde temprano, Sushi Samba es una platea preferencial para el desfile de personajes de la Lincoln. El trago: sakegria, sake, con vino tinto, blanco, champagne y jugos.
600 Lincoln Rd., Miami
China Grill. Otro aparente oxímoron que resulta bien. Para compartir, sí o sí, los platos son experimentos en fusión: BBQ de salmón, curries, puré de papas con wasabi, pasta china, bananas in a box (en una caja de chocolate). Los precios de los platos principales van de 26 a 45 dólares. Cocina a la vista, ambiente moderno, iluminación baja y muchas parejas arquetípicamente Miami . A pasos de la megadisquería Spec s, sobre Collins, que está abierta hasta tarde.
404 Washington Av, Miami Beach
Bubba Gumps. Cambio radical de ambiente para pasar a una opción familiar. Bubba Gumps, con una veintena de locales por Estados Unidos y otros países, es una cadena temática inspirada en la película Forrest Gump , con memorabilia y todo tipo de guiños, como su especialidad en camarones (favoritos de Forrest) y un concurso de preguntas referidas al film, a cargo de los mozos ( ¿Cuál era el deporte favorito de Forrest? , pueden preguntar después de tomar el pedido). Sólo si vio la película (y le gustó).
401 Biscayne Bvd., Bayside Market Place
Smith & Wollensky. En Miami, eventualmente el viajero argentino querrá comer carne, pero no entre dos panes. Ese será el momento indicado para reservar en este steak house , de lo mejor de South Beach. Sea simpático con el mozo y probablemente acceda a poner una pequeña placa con su nombre en las paredes del restaurante. Dijo The New York Times: "Un steak house para terminar con todas las discusiones".
1 Washington Av., South Beach
Datos útiles
Cómo llegar
Desde el 15 del actual, LAN Argentina cuenta con tres vuelos semanales sin escalas a Miami (desde octubre, un vuelo diario): 915 dólares, con impuestos, en turista (ejecutiva, 3392). Entre otros beneficios, los pasajeros acceden a descuentos y upgrades al alquilar autos con Alamo.
Informes: 0810-9999-LAN (526). www.lan.com
Compras
El famoso Aventura Mall está en plena ampliación, con un proyecto de 150 millones de dólares para agregar a la estructura una nueva ala de tres pisos. Estará listo el año próximo.
Menú promocional
En agosto y septiembre se puede aprovechar la promoción Miami Spice, por la que 70 restaurantes ofrecen menús de 20 dólares por almuerzo y 30 por cena (bastante menos de lo que costarían normalmente), con entrada, principal y postre (bebida y propina no incluidas). La lista de lugares, en www.miamirestaurantmonth.com
En Internet
www.miamiandbeaches.com (sitio del Greater Miami Convention &Visitors Bureau)
La nueva Manhattan y la suite oval
El Financial District de Miami creció tanto que le dicen la Nueva Manhattan (el metro cuadrado de propiedad promedia los 6200 dólares). La avenida Brickell es su eje y sede de los principales hoteles, que deben esforzarse para captar a los viajeros de negocios. El J. W. Marriott (categoría superior de este ilustre apellido hotelero), por ejemplo, acaba de refaccionar una suite como... ¡el Salón Oval de la Casa Blanca! Hasta contó con la aprobación de colaboradores del presidente Bush. www.marriott.com.ar
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