Donde Corrientes muestra lo mejor de su naturaleza

Son 15.060 hectáreas pertenecientes a la ecorregión Esteros del Iberá; antiguas extensiones de hacendados que han sabido dejar marcadas huellas en vistosos cascos rurales que aún se mantienen en pie.

En el parque hay tres regiones naturales bien marcadas: la chaqueña, la selva paranaense y el espinal, aportando cada una su flora y fauna característica.

Para recorrer este parque nacional conviene hacerlo con tiempo, esto es, no menos de medio día, dada las distintas alternativas para apreciar y disfrutar. Tras cruzar el arroyo Portillo se encuentra la entrada al predio y más allá la añeja estancia Santa María.

Después vendrá la Seccional del Guardaparque, donde se puede consultar sobre los paseos posibles, aptos todos para desandar por la profusa vegetación. Lindera está el área del camping, que resulta una óptima opción para quienes deseen pernoctar aquí, y la emblemática estancia Santa Teresa.

Estos cascos formaban parte de los establecimientos rurales que en otros tiempos existían en el lugar, dedicados fundamentalmente a la cría de ganado.

Los diversosrecorridos que se pueden realizar dentro del parque cobran vida por sendas y picadas que invitan a descubrir una densa y variada naturaleza.

Uno de ellos es el sendero peatonal Yatay, que lleva hacia los distintos ambientes. Es autoguiado, tiene unos 2 kilómetros de extensión y insume unos 90 minutos, contando las paradas señaladas. Así, el bosque chaco-oriental aparece compuesto por palmares, pastizales, pajonales y esteros.

Abunda el quebracho colorado y el blanco; el urunday y el viraró, mientras que en zonas más bajas se extienden montes de algarrobo, tala y palmeras caranday. El camino se introduce por lomadas arenosas, donde es aconsejable hacer silencio para poder escuchar los cuantiosos ruidos y sonidos del mundo animal.

La senda se bifurca y se extiende hacia la franja selvática, compuesta por pequeñas isletas donde abunda el alecrín, la palmera pindó, la caña tacuaruzú, el timbó y el laurel. Después vendrán las lagunas enfrentadas, formaciones lacustres de distintos tamaños en las que suelen deambular interesantes ejemplares de yacarés. El sendero Aguará Popé aproxima hasta las cañadas del parque; el del espinal lo sumerge en los bosques xerófilos llenos de palmeras yatay, para luego dar con las estepas de gramíneas y pajonales.

Entre la fauna tradicional, en el parque conviven el aguará guazú, el yacaré overo y el negro, el lobito de río, el carpincho y el mono aullador, que a menudo se lo ve en grupos deambulando por la zona. Más de 290 especies de aves se dan cita también aquí, destacándose el tucán grande, el tuyuyú y el ñandú, en la zona de los palmerales. Otro sendero lleva al arroyo Flores y a sus meandros habitados por lobitos de río y numerosas aves. Cuando llegué al puente, estará en los esteros, como el de Santa Lucía, en cuyas aguas abundan dorados, surubíes y viejas de agua, entre otras especies ictícolas.

Mburucuyá es el único parque nacional de la provincia de Corrientes. Actualmente está en formación, por lo que aún sus instalaciones son precarias, pero de todas formas, las sendas y los caminos están bien mantenidos y señalizados.

El Parque Nacional Mburucuyá está a 150 kilómetros de la capital correntina. Se accede por la ruta nacional 12, luego provinciales 17 y 13; ésta última atraviesa el parque y une las localidades de Mburucuyá y Palmar Grande.

Casa de Corrientes, San Martín 333 (4394-9490). Parques Nacionales (4311-6633/0303); e-mail: info@apn.gov.ar

Parque Nacional Mburucuyá. (03782-498022/498175) o por e-mail: mburucuya@apn.gov.ar.

Marcelo Ruggieri