
Este año decidimos con mi esposa conocer un poco del centro de Europa, más precisamente Viena, Salzburgo y Munich. El viaje fue inolvidable y quisiera detenerme en Munich. La ciudad me sorprendió muchísimo, después de conocer otras ciudades de Alemania como Berlín o Francfort, mucho más modernas, Munich conserva su historia; sus edificios y monumentos han sido reconstruidos fiel a su estilo. Una cita obligada es la cervecería Hofbrauhaus : si bien uno cree que los alemanes son fríos, acá uno se siente muy bien, compartiendo la mesa con otros comensales. Todo es alegría , brindis y buena onda, con música de fondo; es imperdible el Codillo (una de las especialidades de la cocina alemana "codo de cerdo" ) con una rica cerveza. Uno no deja de sorprenderse al ver cómo las mozas son capaces de llevar varios chops de 1 litro cada uno (y pensar que a mí ya me costaba levantar el mío).
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Son muchísimos los lugares que se pueden conocer y que están cerca, como la ruta romántica del Rhin o la localidad de Fussen (esta última no se la pueden perder, ir es muy simple). Si bien hay innumerables excursiones nosotros decidimos ir por nuestra cuenta; tomamos un tren regional con destino a Fussen. El viaje fue un placer, salió el tren con extrema puntualidad y a medida que nos alejábamos de Munich íbamos descubriendo la región bávara alemana que es lindísima. Un comentario aparte fue el guarda que nos pidió el boleto, y cuando teníamos que hacer combinación se nos acercó a indicarnos que teníamos que bajarnos en la próxima estación, con una amabilidad y en definitiva sabiendo que no éramos alemanes y para que no nos equivocáramos.
Cuando llegamos a Fussen el paisaje cambió totalmente, ya podíamos apreciar los Alpes.
Nos bajamos del tren y tomamos un colectivo que nos llevó al pie de los castillos (Scholoss en alemán) Hohenschwangen y el Neuschwanstein. Sinceramente es un lugar único, de hecho dicen que el castillo de Disney está inspirado en este último. Es uno de los lugares más visitados de Alemania y compitió en el año 2007 como una de las siete maravillas del mundo moderno quedando en octavo lugar. Los castillos están muy cerca uno del otro, y vale la pena conocer a los dos. Nosotros fuimos con audio guía, y no hay que perderse nada de lo que cuentan. Es muy interesante la historia, uno de las cosas que me llamó la atención era cómo desde una de las habitaciones del castillo Hohenschwagen el rey loco (Luis II de Baviera) miraba cómo se iba construyendo su nuevo castillo con un telescopio.
Un poco más lejos del Neuschwanstein está el puente Marien brucke, en donde se obtienen las vistas más lindas del castillo. Uno parece estar suspendido entre dos montañas, junto en frente del castillo; la vista del valle y del castillo son únicas. El lugar es perfecto: la combinación arquitectónica y la belleza natural renuevan el espíritu y hacen sentir que la obra del hombre es hermosa.
Por Marcelo Asmus
¡No se pierdan!
Ascenso a Huayna Picchu
Es probable que muchos reconozcan con facilidad una foto de Machu Picchu. Sin embargo, sólo unos pocos deben saber que la montaña más alta que se observa recibe el nombre de Huayna Picchu. Para aquellos interesados en visitar el centro arqueológico peruano, se sugiere comprar los tickets (en la página oficial www.machupicchu.gob.pe) con anticipación, ya que los cupos son limitados. Si a la visita habitual se quiere sumar el ascenso al Huayna Picchu, se deberá seleccionar entre 2 turnos (7 a 8 o 10 a 11 hs).
Lo ideal es llegar un día antes a Aguas Calientes, descansar y salir al día siguiente temprano. Si bien está la opción de subir a pie, es buena idea tomar los buses que salen del pueblo y reservar energías para lo que sigue. La ciudadela es inmensa y apenas se ingresa, en el fondo, se destaca el Huayna Picchu. A simple vista, no parece representar un gran desafío. Esa sensación durará pocos segundos. Durante casi una hora y media, caminos angostos, piedras resbaladizas y, dependiendo de la época, una copiosa lluvia se volverán parte del paisaje. La altura tampoco será nuestra aliada (son casi 2700 m), lo que la convertirá en una excursión físicamente exigente. Una vez alcanzada la cima, se podrá contemplar una vista única del centro arqueológico. Es como descubrir una nueva cara de la ciudadela y coincidir con quienes la calificaron como una de las 7 maravillas del mundo. Luego de un tiempo para relajarse y disfrutar del panorama, los casi ausentes guías (uno está prácticamente solo durante la excursión) nos invitarán a emprender el –a priori– simple descenso. Nuevamente, la montaña nos hará ver nuestro error a los pocos pasos: escalones pequeños, caminos empinados y turistas ansiosos por recorrer el resto de Machu Picchu serán algunos de los obstáculos a sortear. Al regresar al punto de partida, tal vez se vea invadido por sensaciones encontradas. Lucharán en su interior una mezcla de fascinación por haber contemplado ese paisaje único y la duda sobre si en algún otro momento se animaría a repetir tal aventura.
Por Diego A. Castro
Compañeros de ruta
Australia y Nueva Zelanda. Busco compañera de viaje a partir de 55-60 años para viajar a Australia y Nueva Zelanda aproximadamente en octubre. Soy profesional, tengo bastante info, es muy interesante este viaje. Escribir a raquel.jona@gmail.com
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