

Alpenhaus, el tradicional restaurante-hostería alemana del Delta, cuenta ahora con tres nuevas cabañas de estilo alpino, enclavadas en una amplia extensión de parque y bosque ribereño que se suman a todas las comodidades anteriores. Intenta así satisfacer también las necesidades de las familias.
La hospitalidad de Guillermo y Susana Krieg se siente apenas se ingresa en el prolijo predio, en el arroyo Rama Negra. No son obsecuentes, al contrario, mantienen la distancia justa para pasarla bien y sentirse atendido en todo momento. Los dueños compraron más terreno para construir en el fondo.
En el sitio se puede observar los colores de la naturaleza en los cientos de pájaros, bañarse en la piscina con jacuzzi, leer al sol en las reposeras, cocinar, comer en el restaurante exquisiteces como la tabla de fiambres alemanes con cerveza tirada o las distintas fondue, andar en canoa o bote por los ríos del Delta, pescar entre los juncales...
La única diferencia de las cabañas nuevas con el alojamiento anterior es que las bañeras no poseen hidromasaje. Pero todo lo demás, como la cocina, por ejemplo, contribuyen a caer víctima del denominado mal del sauce, aquel que te atrapa en el delta del Paraná para siempre. En este sentido, el confort está dado, en las tres nuevas casitas estilo Heidi y Peter, por todo el equipamiento: dos dormitorios con cocina comedor con amplios ventanales y puertas-balcón con vista al parque, living y quincho cubierto con parrilla individual.
Más el derecho al acceso a todos los servicios del Alpenhaus de siempre. Para comprar víveres, hay una despensa a 100 metros de la hostería.
Surgió, además, otro nuevo atractivo, oculto en la tercera cabaña que, aunque más sencilla, es bien delteña, de mediados de siglo, pero restaurada con todas las comodidades.
Es la Casa Warnes, Casa Museo de César Bruto o Napoleón Verdadero, ambos seudónimos del periodista y escritor Carlos V. Warnes, que fue guionista de Tato Bores. Sobre sus paredes hay recortes de diarios, fotos y objetos que recuerdan su humor iluminado y su paso por el Delta. El también fue víctima del mal del sauce: en 1967, para la revista Análisis, escribió: "Mi ilusión es no trabajar más. De qué voy a vivir no sé. Supongo que me las rebuscaré de algún modo. Quisiera irme a mi rancho del Tigre... No afeitarme más, andar en shorts, comer algún pescado lo suficientemente estúpido como para dejarse pescar por mí y alguna papa, jubilarme. El último verano estuve dos meses seguidos en el Tigre". Dos meses es un buen margen para desenchufarse. Pero un fin de semana es un buen comienzo.
Datos útiles
Tarifas
Tres bungalows de 2 a 4 personas, tres cabañas con equipamiento full-service: $ 590 para dos personas el fin de semana. Una comida en el restaurante Alpenhaus cuesta entre $ 45 y $ 50 por persona.
Cómo llegar
En lancha. Las de Interisleña al muelle de Alpenhaus parten de la Estación Fluvial de Tigre, a las 10 y a las 12. También otros servicios cada media hora. Informes: 4728-0422, www.alpenhaus.com.ar
Por Silvina Beccar Varela
De la Redacción de LA NACION
De la Redacción de LA NACION
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
