El encanto rústico de Union Island

Este parque es sólo accesible por mar; la última isla habitada al sur es Union Island. La isla es todavía muy rústica para los estándares caribeños de las Antillas Mayores, como las Islas Vírgenes y St. Marteen, entre otras. Pero esta rusticidad es parte de su encanto. La visitan numerosos navegantes internacionales, aquellos que están navegando por el mundo, por lo que uno se encuentra con embarcaciones de distintas banderas, sobre todo europeas, y por supuesto, con sus capitanes y tripulantes, que en general se interesan por los otros navegantes.

Uno de ellos nos contó que al parque marino se podía ir en embarcación propia o en excursión del día en alguno de los catamaranes de los muelles, así como con el guardaparque.

Este último dato no es menor, ya que si uno no cuenta con barco propio puede ir gratis con el guardaparque en un viaje de 10 minutos a toda velocidad. Para esto hay que estar en el muelle a las 8 y esperar a que llegue el capitán.

Una vez en el parque marítimo, uno se encuentra con una gran laguna coralina donde anclan las embarcaciones. Esta laguna está rodeada de pequeñas islas deshabitadas con playas de arena blanca y palmeras inclinadas por el viento. Para hacer buceo hay que ir acompañado del personal que cuida el área. Pero se puede hacer snorkel por cuenta propia. Y además de ver coloridos peces y muchos corales, en una de las playas es posible nadar entre las tortugas marinas.

Cabe destacar que hay que pagar un tipo de impuesto diario por persona de unos 5 dólares. Todos menos el capitán.

Si bien este destino es muy remoto y de difícil acceso, es muy recomendable para los amantes del mar y de lo exótico.