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El escenario hipnótico de Calle 13

Su nuevo videoclip, que demandó 29 días de rodaje, es un registro documental éxito en YouTube

por

Martín Wain

30 de octubre de 2011

Visitante no es un turista. Residente no es un lugareño. Pero los dos son viajeros y, al mismo tiempo, habitantes de todo el continente. Líderes de Calle 13, la banda puertorriqueña que vuelve a presentarse esta semana en el país -ayer en Córdoba, hoy en Mar del Plata, el sábado en Buenos Aires-, Eduardo Cabra (más conocido como Visitante) y René Pérez Joglar (Residente) filmaron cerca de Cuzco, Perú, el videoclip de su tema Latinoamérica , que causa revuelo desde su lanzamiento, hace cuatro semanas.

Más de cuatro millones de personas accedieron, sólo en YouTube, a las imágenes sorprendentes de este video que parecen recorrer todos los países, aunque se haya filmado prácticamente en uno. "Perú cuenta con una gran cantidad de etnias y espacios geográficos; podíamos filmar Latinoamérica en un único país", cuenta Jorge Carmona, uno de los directores, por teléfono desde Lima. El video fue realizado por Patria Producciones ( www.patria.pe ), con la dirección de Carmona y Milovan Radovic.

Si bien los músicos participaron de la filmación durante 48 horas, el rodaje se extendió por 29 días, tiempo atípico para un corto que dura menos de 6 minutos. El objetivo fue lograr un registro documental de distintas regiones del país y filmar también en Bogotá, a Totó la Momposina (invitada en el tema), y algunas tomas en Puerco Rico, "porque la banda tenía la necesidad vital de filmar allí y porque en Perú nos faltaba un paisaje representativo: el Caribe", agrega Radovic.

La película muestra paisajes, rostros y transiciones. Chicos que juegan al fútbol, hombres y mujeres que se miran al espejo, picos nevados y gente que avanza, paso a paso o salto a salto. "Lo más complicado fue conceptualizar -continúa Carmona-. Le contamos nuestra idea a René, que es quien toma las decisiones en relación con los videos, con dos conceptos por seguir: América latina, un solo corazón , y todos somos uno . Y ellos estaban en la misma sintonía."

A excepción de un símil estudio de radio que se montó en la casa de un poblador y un corazón de utilería que se entremezcla con los protagonistas, todo es real. "No queríamos producir nada, porque el mensaje tenía que ser sincero. Son verdaderos los personajes y las situaciones."

Para encontrar los sitios que pudieran completar el abanico continental se basaron en la experiencia de los directores, que conocían muy bien la geografía peruana. "Decidimos echar mano a su experiencia antes que salir a buscar locaciones -cuenta Alejandro Noriega, el productor-. Sobre la base de eso salimos a filmar, en dos viajes principalmente: una semana por la costa hacia el Norte, con Milovan. Y luego con Jorge, por la sierra, y después la selva cuzqueña. Así el Altiplano."

Compartieron momentos con artistas afroperuanos en El Carmen, una comunidad con mucha historia y tradición en Chincha, provincia de la Región Ica. Filmaron mucho Lima y el lago Titicaca. Un lugar que los sorprendió especialmente fue el Paca Huaynacolca, en el valle del Urubamba, a una hora de la ciudad de Cuzco. Sus habitantes nunca pisaron una calle ni oyeron hablar de Calle 13.

Allí rodaron con Eduardo y René, a quienes nadie conocía. "La reacción con ellos era espontánea. Le preguntábamos a la gente si le interesaba participar de un video sobre la unidad latinoamericana y se sumaban por eso, no porque les interesara su música", comenta Radovic.

Las 48 horas fueron aprovechadas al máximo, también para interactuar con las comunidades campesinas de Chincheros. René aprovechó para subir a Internet fotos suyas bailando el huayno con una mujer cuzqueña.

Para él, Latinoamérica es "el mejor tema que haya escrito. Se trata de una suerte de himno en honor a la región", según declaró a AP. Como invitados, además de Totó la Momposina participaron la cantante peruana Susana Baca (actual ministra de Cultura, que también aparece en el video), la brasileña María Rita y Gustavo Santaolalla.

"Nuestra premisa no era buscar paisajes bonitos, sino ser lo más representativos de diversidad latinoamericana -concluye Carmona-. Que todos se sintieran representados. Conocíamos mucho y sabíamos por dónde ir. Además se fue sumando un montón de gente que, sin darnos cuenta, terminó formando un grupo muy latinoamericano y representativo."

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