

FERNANDO DE NORONHA.- El archipiélago de Fernando de Noronha es el tope de una montaña submarina de origen volcánico, formado por 19 islas, que emerge desde el fondo del Atlántico desde unos 4000 metros.
Para llegar hasta allí hay que separse unos 345 km de la costa de Natal en un vuelo de una hora y media.
A pocos minutos del aterrizaje, la vista panorámica del archipiélago nos regala las primeras imágenes en miniatura, y desde ahí se puede percibir la transparencia de sus aguas y los diferentes matices de sus morros y su vegetación.
La historia ha traído expediciones famosas y conocidos naturalistas cuyos estudios y anotaciones permitieron descubrir las bondades de este edén, antiguamente castigado cuando, con la construccion de 10 fuertes y un presidio, se perdió gran parte de la flora.
En l972 fue permitido el ingreso al turismo. Para preservar toda su naturaleza, el archipiélago está protegido como Parque Nacional Marino lo cual exige ciertas reglas que luego se agradecen: prohibición de caza y pesca, no se puede anclar embarcaciones ni alterar la flora ni nada que dañe el ecosistema.
Fernando de Noronha está destinado casi exclusivamente al buceo y quienes deciden visitarla deben saber que la tranquilidad es lo que más caracteriza al lugar. Viven sólo 1500 habitantes , hay un solo hotel para 100 personas y cómodas posadas.
Durante el día las altas temperaturas obligan a vivir en la playa y por la noche la actividad se concentra en una disco frente al mar, en las palestras que se organizan cada día con especialistas y biólogos marinos que dan charlas con videos o diapositivas, o simplemente observando las estrellas de un cielo claro y limpio.
Las mejores comidas se hacen en las posadas por su exquisito sabor casero y lo más recomendado son los frutos de mar.
Como no existen medios de transporte, las operadoras de buceo pasan a buscar a los buceadores por los alojamientos y de allí parten hacia el muelle donde los espera la embarcación provista de equipos, agua y mucha fruta fresca.
Los viajes hacia los puntos de inmersión son muy placenteros y el cielo acapara casi siempre toda la atención por la cantidad de aves que habitan la zona. La especie más famosa de Noronha es la llamada atobá (entre los brasileños conocida como buceadora), que para alimentarse sobrevuela su presa y a gran velocidad se sumerge para capturarla. Todo un espectáculo.
Jugar con la forma de las islas emergiendo del mar también suele ser entretenido durante la navegación y en algunas la naturaleza parece haber tallado la figura de rostros que parecen tocar el infinito con la punta de una nariz imaginaria y casi perfecta.
De naturaleza cálida
Cuando la embarcación se detiene, la ansiedad por conocer los fondos marinos apura la preparación de equipos. Las aguas son tan cálidas que no es necesario el traje de neoprene. Se realizan tres inmersiones diarias repartidas en los 18 puntos de inmersión.
Cada uno tiene su característica y fauna que lo hace único, por eso es que se recuerdan muy bien todos los sitios, y están preparados para cada nivel de buceo. La primera inmersión, que suele ser la más profunda, nos lleva a un sitio llamado Pedra da Sapata. Se trata de una pared rocosa de 43 metros de profundidad, que se recorre desde el fondo, y alrededor de toda la masa sumergida. Este sitio tiene leves corrientes que facilitan el trayecto del regreso acompañados por cardúmenes multicolores que se abren paso ante la presencia extraña de los buzos.
Esta gigantesca piedra fue testigo y causante del hundimiento de la corbeta brasilera Ipiranga en el 1983, que transportaba alimentos y gasolina. Dada la profundidad en la que se encuentra (65 metros) su estructura se mantiene intacta y es sólo visitada por buzos de mayor nivel y experiencia.
Entre esponjas
Aún permanecen colgados los uniformes de la tripulación y entre las esponjas que tapizan la sala del timón puede divisarse el micrófono de una radio pendiendo de su cable. Hoy en día está considerado como uno de los naufragios más importantes del mundo, que por suerte no ha cobrado víctimas.
Una pequeña caverna es también escenografia subacuática de Noronha en un sitio llamdo Ponta da Sapata. Tiene una extensión de 40 metros y 4 de altura, y está a una profundidad de 16 metros. Una imagen maravillosa se logra internándose en ella hasta el fondo, para ver desde la oscuridad los colores de la entrada, como una inmensa pantalla cinematográfica sumergida.
En el trayecto hacia la caverna, la observación de peces es interminable ,junto a tortugas marinas, manta rayas y meros de gran tamaño. Es tan grande la variedad de peces que suele ser imposible retenerlos a todos. Por eso, la fotografía o video subacuático es de gran ayuda.
Un pez azul, enorme y brillante es llamado cirujano porque lleva en su cuerpo una especie de navaja para defensa.
También contrarresta el colorido de cardúmenes un pez de color negro con sus bordes azules, que parecen de neón. Se sabe que como se alimenta de corales tiene los dientes muy blancos.
Y la especie soia es rarísima por tener sus dos ojos del mismo lado y por cambiar de color cuando está en el fondo arenoso.
En Noronha habita una especie muy inofensiva de tiburón, la caçao-lixa, en un sitio llamado Laje dos Irmaos, a 24 metros de profundidad.
Por la noche, el mar también depara su encanto y si la luna está llena estarán las condiciones perfectas para la inmersión.
El Navío del Puerto es el elegido para el buceo nocturno y como está a sólo 400 metros del puerto se llega nadando por la superficie.
Su estructura no está muy entera, pero es posible penetrar por algunas zonas pequeñas.
Es tal el colorido de su silueta que basta el paso de la luz de las linternas que guían la inmersión para encender el camino del fondo del mar.
Luego, en superficie, se podrá intercambiar experiencias y prepararse para un nuevo día bajo las aguas de Noronha, que no por nada los antiguos navegantes bautizaron como la esmeralda del Atlántico .
Datos útiles
Cómo llegar
- Desde Natal o Recife, la empresa Nordeste tiene un vuelo corto hasta el archipiélago, por 138 dólares, ida y vuelta.
- Se debe pagar 13 dólares por cada día de estada en la isla y 9 por cada día de buceo.
Dónde dormir
- Una de las tantas alternativas de alojamiento que ofrece Noronha es el Hotel Esmeralda que dispone de habitaciones desde 40 dólares.
Más información
- En la empresa de buceo Atlantis Divers, consultas por E-mail: genipabu@summer.com.br
Roxana Goronas
Vientos marinos
El Parque Nacional Marino tiene 110 kilómetros cuadrados. Las tortugas que habitan las aguas son preservadas y monitoreadas gracias al trabajo científico del Proyecto Tamar.
Dentro de la bahía Dos Golfinhos residen los delfines rotadores, y su nombre se debe a los saltos giratorios que realizan. La excursión a la bahía embarcados cuesta 30 dólares y está prohibido bucear en este sitio.
Existen dos regiones bien definidas dentro del area de buceo en Noronha: la zona de mar de adentro y la de mar de afura. Los puntos dentro de estos sitios se eligen según los vientos.
De abril a diciembre se acostumbra a bucear del lado de adentro de la isla, porque las aguas están más calmas Otras visitas interesantes son las ruinas del Fuerte de los Remedios, que es una construcción del siglo XVIII y el Palacio San Miguel, que ahora es sede administrativa.
Capital del naufragio
Recife: cerca de esta costa, los buzos pueden investigar más de 100 antiguas embarcaciones hundidas y ver delfines y tortugas.
A la altura de la ciudad de Recife, la costa brasileña ofrece una gran cantidad de embarcaciones naufragadas, desde navíos de vapor de principios de siglo hasta barcos alemanes hundidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Llamada la Capital del Naufragio, tiene más de 100 embarcaciones sumergidas en el litoral que va de Suape a Olinda. Tal singular reliquia submarina hace del buceo la principal actividad náutica de la zona de Recife.
Alrededor de 15 de esos naufragios fueron especialmente acondicionados para ser visitados.
Las condiciones climáticas son más que favorables, ya que se cuenta con aguas tropicales a una temperatura promedio de 24º C y una visibilidad de 40 metros durante el verano. Esto permite admirar la biodiversidad del ambiente, que incluye tortugas gigantes, rayas, meros y, con un poco de suerte, delfines.
La mejor época para bucear es entre diciembre y mayo.
Los interesados en practicar buceo de naufragio deben ir acompañados con un instructor. Hay numerosas agencias y escuelas de buceo que ofrecen este tipo de excursiones, cuyo precio ronda los 54 dólares por una embarcación para ocho personas durante una hora.
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