

A lo lejos, desde los ventanales de la sede del Haras El Malacate, en el km 88,5 de la ruta 8, partido de Exaltación de la Cruz, se ven los caballos en tropilla, y las yeguas que alimentan a los potrillos de meses. Y la imagen transmite sosiego al viajero, la gran extensión hasta el horizonte, sin obstáculos de cemento. En estos lugares, las personas de la ciudad hacen una cura de verde: el verde de los árboles y de la vista larga del campo, apenas poblado.
Senderos internos en el paisaje quebrado, pasto y tierra cercada por corrales de madera: El Malacate, antes exclusivo de los socios del club, se abrió al turismo hace dos meses.
Las tierras del actual haras fueron adquiridas, en 1820, por un irlandés de apellido Lennon que, en 1875, arrendó el campo a sus conocidos para que criaran ovejas. Toda la zona fue ocupada por irlandeses. El antiguo casco reciclado data de esa época, y cuenta con algunas paredes originales de 80 cm de espesor.
Allí funciona el restaurante y el bar, los salones de juegos, el living y un rincón con vitrina de platería y ponchos criollos a los mismos precios que en Buenos Aires.
Las mesas están en el salón principal, y también afuera en la galería o rodeando la parrilla, un quincho cercano a galpones y a los juegos para niños, bajo los eucaliptos.
En medio del verde
Parte de las instalaciones para los caballos fueron transformadas en habitaciones. En total, cuenta con capacidad de alojamiento para 30 personas que pueden disfrutar de una superficie de 220 ha y 6 de parque. Hay habitaciones dobles y departamentos en lo que eran las padrilleras. La forma de oscurecer el cuarto es correr los portones de los boxes.
Más lejos, la espléndida pileta grande y la pequeña están cercadas para tranquilidad de niños y adultos. Se ve una cancha de fútbol y otra de badmington, dos canchas de polo, picaderos para el entrenamiento de los animales y el rincón de la Virgen bajo los árboles, en este caso, la Inmaculada Concepción.
Los lotes del emprendimiento inmobiliario fueron vendidos en un 50 por ciento: hay 80 propietarios. Dos casas se recortan a lo lejos; el resto, aún no comenzó su construcción.
Pensado para los socios del haras, que continúa con la la cría de caballos y los 100 boxes donde se pueden quedar los animales, en los picaderos se ve el entrenamiento algunos días de semana.
Se puede hacer cabalgatas de 45 minutos por los caminos internos, que son muchos y muy bonitos, siempre con un guía. Son breves y por dentro del establecimiento; nada de largas estadas sobre la montura.
La apertura al turismo vino de la mano de la administración de Alberto Lo Vecchio. Interesado en dar a conocer el emprendimiento y con muchas ganas de hacer cosas, informó que próximamente habrá disponibles equipos de mate, para el rezagado que al atardecer se acordó de su bombilla en la lejana Buenos Aires.
Datos útiles
Cómo llegar
Hasta Haras El Malacate hay que tomar la Autopista Panamericana, ramal Pilar, que deviene ruta 8 hasta el km 88,5; allí, doblar a la derecha por un camino de tierra que utilizan los tambos de la zona dos km hasta el ingreso, sobre la izquierda. Dentro del sitio son dos km más hasta llegar a las instalaciones.
Tarifas
Día de campo $ 45
Incluye almuerzo, más las actividades: dos canchas de polo, caballos, 100 boxes, salones de juego y de estar, pileta, juegos para niños y cancha de fútbol.
Incluye almuerzo, más las actividades: dos canchas de polo, caballos, 100 boxes, salones de juego y de estar, pileta, juegos para niños y cancha de fútbol.
Fin de semana $ 96
Desde las 10 del sábado hasta las 19 del domingo, para dos personas, con desayuno; pensión completa, $ 140.
Desde las 10 del sábado hasta las 19 del domingo, para dos personas, con desayuno; pensión completa, $ 140.
Informes
El Malacate, 1551834151. E-mail: haraselmalacate@argentina.com
Silvina Beccar Varela
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