El mercado aéreo deberá humanizar la tecnología

El estudio tuvo como fin identificar tendencias geopolíticas, económicas, tecnológicas y de consumo para saber quiénes se desplazarán con mayor frecuencia y qué mejoras deberían implementarse, desde las compañías y los aeropuertos, para satisfacer sus demandas. Una de sus conclusiones más importantes es que la tecnología deberá humanizarse : ser implementada específicamente para cada grupo o pasajero, desde que reserva el pasaje hasta que recoge su valija, o incluso más allá del arribo. Sistemas de videoconferencia en pleno vuelo, GPS o radiofrecuencia (RFID) para el seguimiento de personas y equipajes, chips en la ropa o el pasaporte... Las opciones se plantean para cada segmento identificado.

El grupo de viajeros de negocios de elite, que es el de mayor poder adquisitivo, querrá siempre una experiencia similar a la del jet privado y procederá fundamentalmente de países con economías emergentes, como Brasil, Rusia, India y China, según el estudio presentado por Amadeus, compañía internacional dedicada al desarrollo de sistemas para búsqueda, reserva y venta de servicios turísticos. "Esta tribu viaja cada vez más en aerotaxi o jet particulares, de manera que se ofrecerán paquetes combinados para enlazar vuelos regulares y privados", explica. En cuanto a la tecnología, se prevé implantar chips o dispositivos RFID en la ropa para facilitar la localización y protección de viajeros VIP en zonas o territorios potencialmente peligrosos .

Los mayores activos son viajeros que tendrán entre 50 y 75 años en 2020. Según se estima, este grupo crecerá hasta niveles sin precedente debido a los avances de la ciencia y la medicina. Las previsiones tecnológicas para este segmento apuntan, por ejemplo, a facilitar el tránsito en los aeropuertos, donde cada vez habrá más gente (se estima que el mercado crecerá a un 4% anual hasta 2020). Por eso se implementarían paseos virtuales (mediante Internet, por ejemplo) por las salas de embarque y arribo para que los viajeros puedan familiarizarse con los mostradores y puestos de control, y estar así más tranquilos.

También se estudia la implementación de chips en los pasaportes, aunque esta polémica medida dependerá, en gran parte, de las políticas de estado. El fin, según el estudio, sería brindar asistencia sanitaria de urgencia, sobre la base de la información biométrica almacenada allí.

Una de las principales demandas del segmento de profesionales itinerantes es la flexibilidad de los vuelos. Por eso se procurará que un pasaje no sea estrictamente de un vuelo, sino que pueda usarse en el anterior o el siguiente, sin contratiempos. Las tecnologías de comunicaciones se ajustarán cada vez más hasta permitir que los ejecutivos puedan trabajar durante todo el trayecto.

Los clanes mundiales son un reflejo del crecimiento de la emigración mundial y el consiguiente aumento en el número de personas que utilizarán los aviones para visitar a amigos y familiares dispersos por el mundo. Los aspectos relacionados con la reserva y el precio serán esenciales. Y como cada vez más familias viajarán juntas, cubrir las necesidades de niños, padres y abuelos al mismo tiempo será un desafío para las aerolíneas.

"Los viajes se comprarán y venderán como un artículo de consumo más. Los agentes de viaje podrán acercar sus ofertas al consumidor a través de tiendas de productos autóctonos o asociaciones nacionales, donde podrán comprarse como si se trata de una tarjeta móvil", menciona el informe ( www.amadeus.com/travellertribes ), realizado sobre la base de consultas a 21.500 personas de catorce países que forman el 70% del PBI mundial. Las conclusiones fueron elaboradas por expertos en los sectores de viajes, aerolíneas y tecnología.