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El peinado: insignia de identidad

31 de enero de 2012 • 12:44

¡Hola! ¿Cómo estuvo su lunes? Me alegro que les haya gustado el paso a paso de ayer. Contesto un par de comentarios. El primero, el de LOLEMAURA que me pregunta qué es una buclera cónica. Es una buclera que tiene forma de conito. Por otra parte, me pareció genial el comentario de mariaatit que dice ¡si tan solo tuviera el pelo así! ¿Por qué? Bueno, te cuento que la chica de las fotos es una amiga mía, a quien un peluquero le dijo, literalmente, una vez: "tenés el peor pelo que vi en mi vida" Yo no pienso eso, pero de verdad, tiene pelo enrulado y súper finito. Ese día, se hizo la planchita un poco antes de la producción y después le hice los bucles y la peiné. Así que, créanme cuando les digo, que no uso chicas con pelos espectaculares para el blog. ¡Solamente los preparo un poco antes!! Anímense a probarlo que les va a quedar genial. Vamos con el post de hoy.

El otro día leyendo, encontré un artículo que decía que el 70% de las mujeres se ha arrepentido alguna vez de un corte de pelo. La verdad, es que lo primero que pensé es cómo puede ser que alguien invierta tiempo en hacer ese estudio. Incluso, siendo la herramienta de mi trabajo cuando leo estas cosas, pienso: qué frívolo es el mundo. Pero, por otro lado, uno puede analizar las cosas más profundamente y entender que algunas banalidades son, en verdad, símbolos poderosos que dicen mucho sobre nuestra identidad. Por eso, se me ocurrió hablar un poco de la importancia que tiene el pelo en nuestras vidas y que ustedes comenten cuál es su opinión al respecto.

Para bien o para mal, el pelo ocupa mucho espacio en nuestra vida cotidiana, en las revistas, las leyendas, los poemas y los mitos. Es causante de traumas, de risas y de obsesión. Es símbolo de salud, envejecimiento y estado de ánimo. Su estética (brillo, color, longitud, rizado y peinado) esconde simbologías, neurosis, rasgos de personalidad y seducción.

Puede parecer superficial hablar de pelo. Pero, incluso las personalidades más profundas e introspectivas, ¿no se han sorprendido al encontrar su primera cana o al comenzar a perder su cabello? Un oncólogo amigo de la familia cuenta que en muchísimos diagnósticos de cáncer, las mujeres preguntan si se les caerá el pelo antes de cuál es su prognosis. Este dato impactante, tal vez, no es frívolo, sino que nuestro aspecto es, en gran medida, un símbolo de nuestra identidad.

Por otra parte, el cabello es un reflejo del estado anímico. Cuando uno está deprimido, se arregla menos. A la vez, muchísimas veces, cuando uno quiere sentirse mejor, comienza con un cambio de look. Como estilista, recibo constantemente mujeres (sobre todo) que tras una situación complicada en su vida (separaciones, divorcios, problemas laborales) levantan el teléfono, me llaman y me dicen: Maia, necesito un cambio de look. Observando estos casos, veo que no son personas huecas ni superficiales, sino personas que necesitan sentirse mejor, por dentro y por fuera. Cortarse el pelo, teñírselo, etc. es una forma de dejar de ser esa persona en la que se habían convertido hace días, meses e incluso años. Una forma de romper con el pasado y empezar de cero.

Otra cosa que observo con frecuencia es cómo los peinados son rasgos de personalidad: las arriesgadas piden cortes extremos, vanguardistas, colores diferentes y cambian con frecuencia. Las más conservadoras, en cambio, temen al cambio y eligen cortes y looks más convencionales. Las decisiones nos definen y el pelo no es una excepción.

El cabello tiene relevancia a nivel religioso, incluso. Los budistas, renuncian a los placeres terrenales despidiéndose de su cabello. Tradicionalmente, una mujer judía ortodoxa jamás muestra su pelo a nadie, sino a su marido. Lo mismo, con las mujeres musulmanas. Esto se debe a que el cabello es un arma de seducción y fetiche.

No me quiero extender mucho más porque se puede hablar eternamente de estos temas. Sólo quería ponerlo sobre la mesa, cambiar un poco el enfoque del blog y romper un poco con los esquemas de todos los días y, sobre todo, escuchar qué opinan ustedes, qué importancia o relevancia tiene el pelo en su vida, ¿tuvieron alguna vez una experiencia que las haya marcado con respecto al cabello? ¿Sienten que el pelo las define? Estaría buenísimo que compartamos anécdotas y opiniones al respecto.

Les dejo un video: