El Puente de los Suspiros tiene ganado el cielo

Las cosas han cambiado por acá, y así parece que quedarán, cambiadas, por al menos tres años. Otra vez, quienes estuvieron en Venecia que cuiden y valoren sus inevitables fotos del Puente de los Suspiros, ya que deberá transcurrir algún tiempo hasta que tengan otra oportunidad de sacar una toma similar.

Es que, por curioso que parezca, el Rio di Palazzo, sobre el que pasa el famoso puente, y los edificios a cada lado, el Palacio Ducal y la prisión de la Inquisición, están desde hace unas pocas semanas tapiados con carteles publicitarios de unos diez metros, que cubren las obras de restauración de estos tesoros arquitectónicos.

Así, el puente barroco del siglo XVII quedó enmarcado, como una furtiva intervención de la historia entre gigantescos avisos de la automotriz Lancia sobre un fondo color cielo, con nubes.

¿Cuántos turistas se detienen cada día frente al Ponte dei Sospiri para sacar una foto? Oficialmente, unas 50.000 personas (el doble de la población del distrito histórico) visitan Venecia todos los días. Pocas deben ser las que se abstienen de pararse frente a esta postal de la ciudad y hacer uno o varios clics. Si van acompañados de un guía se enteran de que el nombre del puente, a pesar de las apariencias, tiene poco de romántico. Se lo llama así debido a los probables suspiros de los prisioneros que lo cruzaban para acceder a los calabozos del palacio. Y fue diseñado por Antonio Contino, sobrino de Antonio da Ponte, responsable de otro famosísimo y muy fotografiado puente veneciano, el de Rialto, que atraviesa el Gran Canal desde fines del siglo XVI.

Quizás, el guía mencione también el mito local que asegura que los amantes que se besen al pasar en góndola por el Rio di Palazzo, debajo del puente, se asegurarán amor eterno. Así lo ha hecho Silvia, guía y nativa veneciana, durante años en su rutina. Pero por estos días, quizá por lo reciente de la cuestión, deja de lado las leyendas por la cruda realidad. "Ante la restauración de las fachadas del Palacio Ducal y la prisión, el Ayuntamiento le encargó al fotógrafo Oliviero Toscani un concepto para las superficies con las que se cubrirían las obras" -explica-. Normalmente, en estos casos se reproduce sobre lona la fachada original del edificio. Pero Toscani propuso este cielo y se pusieron también publicidades de las empresas que apoyan el proyecto."

Las ideas de Toscani, reconocido globalmente por sus campañas para Benetton, suelen ser polémicas. Justamente para esta marca de ropa italiana creó una serie de avisos sin referencia alguna a la moda, pero con explícitos mensajes acerca del sida, las guerras y el racismo, entre otros temas. Cuatro años atrás había realizado una intervención similar a la del puente cuando se restauró la Torre del Reloj, sobre la Plaza San Marcos. Entonces, Toscani cubrió la construcción con imágenes de otras torres (Big Ben, Eiffel, Empire State, Pisa) del mundo. "Digamos que no todos los venecianos comparten el sentido del humor de Toscani", observa Silvia, claramente entre los que no simpatizan con estas ocurrencias.

Son tiempos controvertidos en Venecia. La recontextualización del Ponte di Sospiri prácticamente coincidió con la inauguración de otro puente, también muy criticado, pero bastante más largo, sobre el Gran Canal y junto a la estación de trenes, obra del valenciano Santiago Calatrava.