Publicado por Silvio
Desde que empezamos a salir con Silvia, fuimos quemando diferentes etapas que en muchos casos se vincularon con el contexto social que nos rodeaba: conocer a los amigos y las amigas, conocer a los padres, compartir un viaje de fin de semana largo, ir a un casamiento juntos, etc.
Yo diría (y creo que Silvia debe estar de acuerdo) que nosotros hemos pasado todas esas "pruebas" sin apuro (como diría Mostaza, "paso a paso") y sin apuros, sin situaciones incómodas.
Desde que nos mudamos, hay un pedido bilateral que me parece que se nos está haciendo imposible negar, y es el de los suegros que se quieren conocer. Desde ambos lados insisten con hacer una comida todos juntos. Silvia se niega rotundamente, yo a esta altura ya creo que es lógico.
Más allá de si la hacemos o no, se nos presentan muchas dudas, a ver si nos pueden ayudar desde su experiencia:
- Si invitamos a casa, está el tema de qué cocinar y además estar pendiente de poner los platos, sacar los platos, traer bebidas, etc. Ahora, si vamos a un restaurant, está el tema del pago que es medio incómodo. Nosotros creo que ni locos pagaríamos un almuerzo para 6 en un buen restaurant, y hacerles pagar a los padres no da. Las dos parejas de padres ofrecieron sus casas, pero creemos que sería injusto entregarle la localía a uno de los dos.
- ¿Debiera ser de día, que están todos más cómodos y relajados, o de noche, así no se quedan mil horas?
- ¿Debiéramos invitar a los hermanos de ambos lados (y sus parejas e hijos) para descontracturar la situación y hacerla más juvenil?
- Además, está el tema de la conversación. Dadas las cosas, y conociéndolos, no quisiera que hablen de política, pero se me ocurren pocos otros temas para evitar que las madres se pongan a contar anécdotas embarazosas de cuando éramos chicos (tipo "¿sabían que Silvio cuando tenía un año hizo caca arriba de la mesa del casamiento de su tía?")
En fin, tenemos muchas dudas. ¡Vengan los consejos!