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El verano pasa por el Sur

Los Andes y el Atlántico se preparan para unas vacaciones de aventura




La Patagonia se presenta para el próximo verano como una excelente alternativa de viaje. Otra vez será una de las vedettes de la temporada. Antes parecía preferida por los extranjeros, pero cada año suman más los argentinos que se animan a llegar en auto, ómnibus o avión a esta región, una de las más espectaculares del planeta.
Sin lugar a dudas, recorrer centenares de kilómetros desde Buenos Aires hasta esta región merecerá un premio fascinante: admirar los múltiples rincones reservados por los Andes y la costa atlántica. Además se puede encontrar la fórmula para resolver la ecuación precios, servicios y entretenimientos para unas vacaciones inolvidables.
Como hay tanto para ver, no se puede seguir un itinerario preconcebido sino saltar de aquí para allá. Un viaje por esta región es un modelo para armar.
El auto -bien equipado- da la posibilidad de abaratar costos cuando la familia es numerosa, sobre todo por las largas distancias existentes en esa región. Llevar espíritu aventurero es fundamental para dar los mejores pasos en el suelo patagónico. Sobre todo cuando se lleva la mochila al hombro. Se descuenta que en algún momento el viajero deberá experimentar la emoción del riesgo: ya sea desde escalar un cerro hasta navegar por alta mar, para tomar contacto con la naturaleza. También habrá que estar prevenido ante los embates del viento y el frío, que dominan esta región. Los centros turísticos son innumerables y para todos los gustos, incluso el de los chicos. ¡Buen viaje!
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El corredor de los Lagos es un recorrido por la franja occidental de la Patagonia, desde Neuquén hasta Chubut, que despliega una variedad de propuestas. Esta ciudad es un buen punto de partida para dirigirse hacia el Norte o el Sur.
Antes conviene recorrer la urbe, con muy buena propuesta de hoteles y restaurantes. El ciervo ahumado o el cordero patagónico son platos fuertes para el huésped. Las alternativas más tentadoras son las navegaciones por el Nahuel Huapi hacia Puerto Blest o isla Victoria con bosque de arrayanes. El Museo de la Patagonia vale la pena visitarlo en virtud de que muestra la historia de la región.
Cerca de Bariloche comienza el Camino de los Lagos, un tramo de lagos de más de 100 kilómetros, que va desde Villa la Angostura hasta San Martín de los Andes, dentro de la provincia del Neuquén.
La pesca es ideal en el lago Traful. En el resto -Espejo, Correntoso, Falkner, Villariño, Escondido, Machónico y Lácar también son irresistibles para actividades náuticas y hasta para darse un chapuzón cuando el sol entibia los bosques que lo rodean.
Villa La Angostura se caracteriza por su belleza y tranquilidad, y allí se pueden realizar cabalgatas, caminatas y hacer excursiones lacustres y en auto.
San Martín de los Andes, cuando la nieve ha desaparecido, también es un buen punto de partida para hacer excursiones cercanas por el agua en el lago Lácar.Siguiendo hacia el Norte asoma Junín de los Andes, hoy convertido en un paraíso de los pescadores.
Al sur de Bariloche, las dos ciudades más importante son El Bolsón y Esquel, que cuenta con La Hoya para esquiar en invierno.
El Bolsón invita al descanso o a realizar una serie de actividades de montaña. El parapentismo es tal vez la más destacada, porque el cerro Piltriquitrón es una plataforma ideal de lanzamiento.
Al abandonar Esquel hacia el Sur, hay que revisar el estado del auto y prever un promedio de marcha lenta, a veces con máximas de 60 kilómetros por hora. Si las rutas de Bariloche transitan por bosque, en Santa Cruz, el eje es, siempre, el relieve de la meseta patagónica.
Entre Esquel y El Chaltén, los puntos de interés son solamente accesibles en vehículo o excursiones organizadas. El Rotativo Patagónico, un flamante sistema de transporte turístico por medio de vans, comunica pueblos y parajes que antes estaban aislados desde Villa La Angostura hasta El Calafate. La ruta no incluye parques y lagos.
La Cueva de las Manos está a 47 kilómetros de la 40; el lago Belgrano, a 90, el lago La Plata casi a la misma distancia del pueblo más cercano, Alto Río Senguerr. Algo similar ocurre con el lago San Martín. Pero el beneficio de llegar a las montañas y al bosque es doble, cuanta más extensión se recorre más bello es el paisaje y más preservado el lugar. En el medio del gran trayecto entre Río Mayo -el borde septentrional de Chubut- y El Calafate, está Bajo Caracoles, un pueblo tan espectacular y trascendente como ínfimo. Una isla en la aridez. Son cuatro manzanas, dos surtidores de combustible sin estación de servicio, un cerro enrojecido por los coirones con una cruz en la cima, una estación policial, una filial de vialidad, una escuela y una hostería (recientemente ampliada) con la capacidad para albergar a los habitantes del lugar.
El sitio es curioso, sin duda, pero es central porque de allí parte el camino al río Pinturas, a los lagos Pueyrredón y Posadas (con paseos y alojamiento), y un poco más al Sur, el Parque Nacional Perito Francisco Moreno, de 115.000 hectáreas, el menos visitado de toda la Patagonia, apenas 900 personas por temporada.

Estancias

A lo largo de la ruta, los carteles de las estancias sorprenderán a los viajeros. Telken o La Angostura, antes de Bajo Caracoles. La Oriental o Alma Gaucha, después; la primera regenteada por la familia Lada desde 1969 y la segunda por la Reichert, muy cerca del glaciar del monte Tetris, que junto a los del monte San Lorenzo, de 3706 metros, son anticipo de lo que sigue adelante. Luego, La Maipú, sobre el lago San Martín, y Helsingsfors, que también abren sus puertas para brindar comida y estada.
Ya en los confines del continente, los glaciares son la atracción. El Perito Moreno no está solo ya que los hielos del Upsala, Onelli, Spegazzini, Torre, Viedma o Frías son también accesibles, quizá con un gasto extra o una caminata que dará una mirada más intimista de la región.

¿Dónde está Nahuelito?

Se dice que la leyenda de los monstruos de los lagos del Sur incluye a Nahuelito, el más famoso de la región y habitante del lago Nahuel Huapi.
Aquellos que niegan su existencia sostienen que la formación de los lagos sureños es posterior a la época en que existieron los plesiosaurios, animales que habitaron prehistóricamente la zona, y que podría asociárselo con ese supuesto monstruo. Están quienes afirman que el nacimiento de tan temible criatura se habría debido a una maniobra política para desviar la atención de un conflicto con los huelguistas en Santa Cruz, y así quedó arraigada en la gente.
A Nahuelito se lo bautizó Cuero en la mitología mapuche, ya que fue caracterizado como un cuero sin forma, con colmillos o garras, parecido a las rayas.
¡Cuidado! Acumulación de vegetación, troncos gigantes y animales conocidos pero en posiciones inusuales pueden hacernos creer que estamos frente a Nahuelito.
No solamente en el Nahuel Huapi se creó una leyenda así. También se mencionaron criaturas en los lagos Aluminé, Gutiérrez, Lolog, Paimún y la laguna del Plesiosaurio.
Si bien constituyó un elemento de atracción turística en los años 70 y en los 80, la región goza hoy de buena salud en materia de atracciones, como para que no sea necesario recurrir a la necesidad de agitar la leyenda de Nahuelito. Ya casi nadie habla de él pero, por las dudas, es bueno saber algo por si vuelve a salir a flote.

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por Redacción OHLALÁ!


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