Emprendedora: dejó su trabajo de actuario para importar telas desde China
Sole Silva ya es un nombre en el mundo de las novias y sus telas cotizan alto entre los diseñadores
17 de marzo de 2021 • 17:30
Sole Silva: empezó como actuario y hoy importa telas desde China.
Sole Silva dejó su carrera de actuario y se mudó a China para acompañar a su novio. Cuando él le propuso casamiento, decidieron festejar en su tierra natal junto a familiares y amigos. La diseñadora del vestido de novia le preguntó: “¿Por qué no buscás telas allá, que en Argentina no hay?”. Así nació una empresa de importación textil que se expandió más allá del rubro novias, para volverse proveedora de grandes marcas como Kosiuko, Ginebra, Benito Fernández, entre otros.
Lo que al principio eran dos años afuera, se convirtieron en siete. “Pasé por muchas etapas de descubrimiento en China. Yo no entendía nada de telas, de diseño, pero la idea me encendió. Cuando volví a China empecé a buscar telas de novias y me resultó más sencillo de lo que pensaba. Con los años, aprendí a darme cuenta de las diferentes calidades, los distintos brillos”, recuerda.
Los primeros pasos
Sole Silva empezó vendiéndole a diseñadoras de novias y hoy amplió su catálogo de clientes.
El primer viaje de China a Argentina fue con un bolso con telas, que vendió completo. “La diseñadora me sacó todo de las manos, no me negoció un precio. Yo no tenía idea de los precios del mercado, analizaba según lo que había aprendido en la universidad. Después decidí aumentarlos a ver qué pasaba y contacté a otras diseñadoras”, explica. Todas le respondieron con pedidos. Y descubrió un gran diferencial: la exclusividad.
Sole decidió de entrada traer pocos metros de cada tela. “Las diseñadoras y las novias buscan una tela diferenciada. En Argentina no existe eso. Generalmente, se trae un contenedor de una sola tela con miles de metros. Me di cuenta de que aportaba un súper plus”, señala. Hizo algunos viajes más con bolsos con las ventas ya en firme y pagos por adelantado. Pero un día la pararon en la aduana y decidió que tenía que hacer las cosas bien. “Ese primer año que me aprobaran las importaciones no fue nada fácil, pasé por muchos pasos burocráticos y, encima, tuve que hacerlo todo desde China”.
Ya con todo en regla, el negocio se convirtió en un círculo virtuoso: todo lo que le entra, lo reinvierte. Armó un equipo con dos diseñadoras y una persona que la asiste en China, y en menos de cuatro años, multiplicó su importación por diez y logró hacerse un nombre en el mundo de la moda. Hoy vive en Argentina y se ocupa ella misma tanto de la compra, como de la venta de las telas. Además, amplió su oferta a las grandes marcas de indumentaria. “Cada diseñador, tanto de alta costura como de marcas, es muy celoso de compartir las telas, te piden esa exclusividad”, aclara.
Los desafíos
Con sus conocimientos de chino y viajes permanentes entre uno y otro país, Sole se ocupa de todo el proceso de selección de las telas, exportación e importación. “Es mucho dolor de cabeza y trabajo, porque a las fábricas no les gusta que les compres poca cantidad”, aclara. Uno de sus principales desafíos son los costos, ya que al comprar poco, no puede negociar los precios. “Hoy mi preocupación es cómo reduzco los costos. Los derechos de importación acá te salen lo mismo que el producto”, señala.
Los consejos de Sole
Las telas "únicas" son las que más cotizan.
1. Viajar para ver producto en vivo. “En épocas normales viajo dos a tres veces por año a las ferias de China, para conocer nuevas fábricas y visitar aquellas con las que trabajo siempre”.
2. Tener un equipo profesional de buenas personas. “Liderar es un aprendizaje que lleva tiempo. Hay que aprender cómo meter presión sin desmotivar”.
3. Ser agresiva con la venta. “Necesitás el cara a cara con el cliente. Yo hago malabares en los dos países”.
4. Enamorarte de tu empresa y transmitirlo. “Invierto todo lo que puedo en marketing y creé un Instagram completamente distinto al de cualquier sedería”.
5. Buscar innovar y diferenciarte. “Lo que a mí me diferencia es que siempre trato de traer variedad de producto dentro de un contenedor y no uno solo”.
En números
- Inversión inicial: US$ 10.000
- 100 mil dólares fue su última importación
- 5 personas trabajan en el equipo
- 30% de ganancia
- $100 mil por mes invierte en comunicación
- Cerca de 40.000 metros de tela importó hasta ahora