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En El Solcito se está mucho mejor

El viejo boliche campero de Tandil invita a ser de la partida

7 de diciembre de 2003

Desde hace unas siete décadas, El Solcito surge, luego de recorridos 10 sinuosos km de tierra talcosa color té con leche (que se inicia a la salida de la ciudad de Tandil, a la altura del cruce El Paraíso, sobre la ruta 226). El Solcito alberga en su simple estructura una suerte de despacho de bebidas compartida con un sector de talabartería, herramientas y venta de galleta. Pegado al club deportivo Defensores, este boliche oficia de encuentro de paisanos de la zona que muchas veces se reúnen para una partida de tute o mus.

Desde el mostrador

Tras su simpático nombre hay una pequeña historia, explica apoyado en el mostrador Néstor Lazarte: "Cuando estaban por darle nombre al boliche, uno dijo vayamos al solcito que se está mejor, y ahí quedó el nombre, que también es el del club de fútbol".

"Aún funciona el sistema de cobranza con libreta mensual", comentó Lazarte, hijo del fundador y presidente del club homónimo, responsable del negocio en el que funciona el único teléfono público de la zona.

Los domingos El Solcito permanece cerrado, los demás días se despachan bebidas y picadas de embutidos típicos a precios acomodados, de 8 a 12, y luego a partir de las 15. Hasta que se vaya el último parroquiano.

Un tambor de gasoil convertido en panzona salamandra criolla da abrigo al lugar en invierno cuando, desde uno de los pequeños ventanales, se puede ver parte de las sierras tandilenses.

Conviene hacer una llamada telefónica antes de emprender el viaje (380 kilómetros desde Buenos Aires); 02293-426169.

Alejandro Schang Vitón

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