
Cata dice que ningún amigo te deja notitas del tipo "Qué bueno que viniste, diosa¨ Yo le digo que sí, que con Rafa es así, que somos amigos, que cero onda. Igual, si lo tengo que confesar, medio que me muero de ganas por que llegue el miércoles. Hace siglos que no nos vemos y ya lo extraño. Además, sé que nos va a llevar a lugares a los que jamás llegaríamos solas, menos si seguimos con esta actitud de Tomiko y Soon Yi que es lo menos. Nos faltan las remeritas de "Somos turistas y estamos perdidas." Alquilamos bicis y fuimos a andar por Central Park. Cata estaba encantada porque además &die te re trabaja el culo, nena.¨ Entonces de repente la sigo de atrás en la bici y la veo meta pedalear parada como si estuviese en una clase de Spinning y me muero de risa. A mí no me va a venir nada mal, dado que me vengo clavando un promedio de 3 a 4 Tall Capuccinos with cream y bien caradura le pongo un sobrecito de Splenda como si eso mitigase el efecto de la crema batida. La palabra clave es CREAM. Cata encontró este lugarcito en el Soho (Le pain Quotidien) que es todo muy lindo y muy orgánico (hasta las meidalunas, las DOS medialunas que solemos pedir) pero te terminás comiendo medio boliche. Entre esto y mi cafecito matinal -más o menos del tamaño de los baldes de playa de los chicos- siento que todo lo que ingiero se está acomodando cómodamente en el traste. Es así; un día abrís los ojos y volvés a Buenos Aires tipo pez globo.