
Enloquecí formalmente. Accedí a lo que jamás pensé que accedería.
Mara cumple años de casada y festeja su aniversario con escapada romántica con su marido como corresponde. Las chiquitas quedan con sus abuelos y parten a la quinta hasta que el lunes las lleven al colegio. A mí, en principio me pidieron cuidar al gato. ¡Y dije que sí!
Se ve que todavía no estoy apta para que me confíen a los humanos y arrancamos por el pequeño Tito, amigable, peludo y levemente desquiciado. Me quiere bastante y suele elegir mi falda (o mi cartera) para dormirse, así que Mara supuso era una buena opción. No pude negarme.
Esta tarde Tito viene a casa en su jaulita, con su comida, sus piedritas (supongo que Mara se refería a su baño) y su mantita. No sé qué planes hay para el perro de la casa. No me dijeron nada al respecto y preferí no preguntar.
Cartón lleno, soltera y con gato.
Tito no se parece en nada a este gato, pero tiene conductas del estilo y este videíto me mata.
SEGUIR LEYENDO


Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca

MasterChef Argentina: el paso a paso para hacer la receta del risotto
