

Para los que nunca atravesaron el Delta Superior por los puentes que se imponen sobre la espesura y las aguas a la altura de la ciudad de Zárate y salvan los dos brazos del río Paraná, gozarán de un paisaje recomendable y desembocarán junto a los automovilistas en busca de Entre Ríos.
Desde el peaje en tierra firme (a 4,20 pesos) la travesía ya resulta un grato paseo que se eleva por encima del Paraná de las Palmas para luego echarse en la anchurosa isla Talavera, un vergel en el que anidan una docena de campings para pescar.
Algunos (que brindan costa, muelles y fogones a un promedio de 3 pesos por visitante) se asientan tanto sobre los brazos del Paraná como en el Canal Irigoyen, y hasta se puede llegar a un recreo de pescadores con ribera en el arroyo Talavera.
Ese cruce insular sumado al trayecto de los puentes -el segundo cruza por sobre el Paraná Guazú- totaliza poco más de 28 kilómetros todavía bonaerenses. Quienes ingresan en los campings autorizados tienen una contraseña para no abonar de regreso el peaje.
Ya en tierra entrerriana es bueno detenerse en el paraje Brazo Largo, abundante en pan casero fresco y otros alimentos, además de leña y carbón para quienes deban completar sus provisiones.
Allí mismo hay una serie de recreos para pescadores si se toma el desvío a la izquierda que es a la a vez calle del poblado y a más de 40 kilómetros se da con los pesqueros de Ibicuy.
Antes aún, y apenas se baja el segundo puente, se toman desvíos hacia varios campings que dan al Paraná Guazú, algunos muy bien provistos y con largos muelles de pescadores y hasta en algún caso iluminados para la pesca nocturna.
Pero allí la ruta nacional 12 es el camino ideal para objetivos turísticos en Gualeguay -con más campings y pesca costera y embarcada-, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay y Colón. También esperan las estancias turísticas La Azotea, Las Colas, Santa Cándida y San Pedro, entre una docena de otras también con tradicionales cascos y extensiones dedicadas al turismo rural.
A baja velocidad
Siempre se debe cumplir con las velocidades advertidas, pero con ese rumbo, las violaciones suelen tener penalización especial desde escondidos automóviles de una empresa concesionaria que fotografía la presunta falta y, camino más adelante, todavía debe echarse a fondo el freno ante las señas de una patrulla policial que en la banquina informa sobre la falta recién cometida y lo que vendrá.
Quienes buscan sólo un paraje con agua, basta con cruzar -en el kilómetro 134 de la ruta nacional 12- el puente sobre el río Paranacito, a unos 20 kilómetros más allá del Paraná Guazú.
Hay un camping, combustible y una parrilla. Y 17 kilómetros más adelante hacia Ceibas aparece el desvío de 22 kilómetros -enripiado- hasta la Villa Paranacito.
Ese pequeño paraíso fluvial también posee recreos de pescadores con hospedaje rústico en el ángulo del arroyo Sagastume y el Paranacito.
Desde esta villa hay servicios privados de lancha a distintos pesqueros, alguno lejano y con hospedaje como la pensión Rose Marie sobre el arroyo Martínez y casi el río Uruguay (aguas arriba de la uruguaya Nueva Palmira).
Para combinar lancha y estada en ese apartado destino se llama por el 03446-495204. Si refresca, pronto habrá pique de pejerrey.
Cómo llegar
Por el Acceso Norte y el ramal a Zárate de la Panamericana (un peaje de 1,70 peso) hasta el cruce con la ruta nacional 193, que a la derecha es el acceso al primer puente del complejo ferrovial Zárate Brazo Largo. Antes de acceder están los andariveles del peaje a 4,20 pesos. Ya se está en la 12 que en Ceibas se desvía, tuerce y se eleva hacia el Noroeste y Gualeguay, mientras que si se va rectamente y a nivel se sigue en continuidad, pero como ruta nacional 14 rumbo a Gualeguaychú.
Francisco N. Juárez
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