
Los sitios alejados, pequeños, íntimos, sin demasiado movimiento, son en estos días --según relatan los responsables de las agencias-- los preferidos de los recién casados.
Será por eso que, por ejemplo, los destinos patagónicos están al tope de las preferencias. Con el acento en el camino de los Siete Lagos, que une a Bariloche con La Angostura y luego, con San Martín de los Andes, las lunas de miel nacionales proponen cabañas con recodos sobre los lagos, con las montañas al frente, para encender un hogar de leña, y refugiarse en el silencio y la belleza de la zona. O bien, para una escapada más corta, las cataratas del Iguazú pueden ofrecer un marco privilegiado para la primera foto del álbum.
Pero también, a pocas horas de vuelo, las playas de arena blanca y mar transparente siempre resultan una buena elección. Siguiendo la línea costera de los mieleros, Brasil es un destino clásico. Lo más ofrecido de la temporada es el nordeste de playas anchas y posadas pequeñas, pero lujosas.
Tras los médanos infinitos de Natal aparece una opción de quietud permanente, cortinas de telas finas que vuelan con la brisa matinal y flores por doquier en las posaditas de la playa de Pipa. Allí, la decoración es minimalista, la mayoría de los parajes cuenta con jacuzzi en las habitaciones y enormes ventanales para disfrutar el amanecer sin salir de la cama.
Con aires más bahianos, Trancoso posee resorts de gran lujo con cantidad de actividades o bien, algo más relajante como sus baños de arcilla o las playitas aisladas (nudistas, para más datos) donde esconderse de las miradas entrometidas.
Por otra parte, las promociones que llevan a la novia por la mitad de precio en el avión o que ofrecen sistemas todo incluido y cruceros con diversión de sobra tientan a más de uno con los ritmos del Caribe.
En el Cabo Corrientes, en la costa cubana, la mayoría elige salir de a dos a bucear con delfines y entrar en cavernas submarinas con barcos piratas encallados, o bien recorrer el valle de Coral Negro, mientras otros prefieren bailar salsa en los hoteles de Varadero. Mientras tanto, en sitios como Punta Cana o Aruba, los hábitos mieleros apuntan a pasar las horas pico de sol en la intimidad de los hoteles y caminar por la playa o salir a navegar cuando comienza a atardecer.
Pero no a todos les gusta el sol y los pececitos, así que si lo que la pareja busca es un sitio con mucho bullicio, bares repletos, caminatas interminables y compras por doquier. Estados Unidos pone a la cabeza de las preferencias de los mieleros a Miami y la Gran Manzana para salir con las bolsas repletas de regalos. Mientras que las cataratas del Niágara son consideradas el sitio más romántico de América del Norte, con paquetes para enamorados que incluyen desayunos para dos, vistas muy cercanas de estos saltos de agua.
Para dar el sí
La costumbre de la luna de miel llegó de la mano de los teutones, que celebraban su boda bajo la luna llena, y durante los siguientes treinta días los novios bebían licor de miel para obtener fertilidad y una sana descendencia.
Las cosas cambiaron bastante y hoy hay personas que eligen transformar la luna en boda de miel: varios sitios en el mundo ofrecen jueces o ministros religiosos locales para casar a la pareja en el lugar de sus sueños.
Uno de los lugares preferidos para estas bodas especiales es Las Vegas, donde más de un famoso dio el sí sin conciencia suficiente. Allí hay numerosas capillas, ceremonias excéntricas en las que la novia llega a bordo de una Harley Davidson y una enorme variedad de resorts-casino que ofrecen el combo fiesta-luna de miel, también para los extranjeros, cuya única condición para casarlos es ser mayores de edad. Si lo que preocupa es encontrar testigos, hay voluntarios locales siempre dispuestos a colaborar.
Jamaica es otro de los destinos que permite cambiar la alfombra roja por una de arena a la orilla del mar. Aquí los requisitos para la boda exigen el arribo de la pareja con 48 horas de anticipación, llevar los certificados de nacimiento y elegir entre los horarios disponibles en la capital antiestrés del Caribe: desde las 10 hasta las 16.30.
Con sabor europeo
De todos modos, hay todavía personas que prefieren encontrar por sí mismos los lugares solitarios y entonces eligen para su luna de miel un itinerario más largo, con mucha más gente en las calles, y actividades culturales que incluyan museos y sitios históricos para recorrer. Para ellos lo ideal es Europa: Venecia, Florencia y Roma permanecen en la lo más alto de las preferencias para un romance a la italiana, mientras que París y Grecia aparecen en el segundo y tercer puesto.
Como vivir en las nubes
¿Qué romántico no contempló las estrellas hasta el cansancio? Sí, sí, todos lo hemos hecho alguna vez. Pero los rusos se lo tomaron en serio y en estos días ofrecen, desde la Agencia Espacial Rosaviakosmos, pasar la luna de miel en una estación espacial. No es chiste. El paseo cuesta nada menos que 20 millones de dólares por persona.
Que las parejas se sientan en el aire, sin necesidad de eufemismos, promete convertirse en una realidad. Eso sí, la decisión debe tomarse con 10 meses de anticipación porque el viaje requiere entrenarse para soportar la ingravidez. Mientras tanto, en Rusia, anunciaron que en octubre los dos primeros enamorados espaciales se unirán a esta aventura.
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