
Decidí que finalmente voy a firmar el acuerdo ese. No me importa si le sirve a Nicolás para cubrirse, lo que sí quiero es estar cubierta yo. Y me dicen mi abogadas que si lo hacemos bien, es un buen documento para tener.
Este fin de semana, por ejemplo, pensaba: si yo quisiera salir a tomar algo y resulta que estando en eso se me acerca un tipo, no? Y resulta que me quedo ponele hablando y una cosa lleva a la otra, no? Supongamos que el tipo y yo nos damos un beso a algo así y alguien conocido de Nicolás nos ve.
Se podría armar flor de quilombo, aprovechando eso de que "aún estamos casados".
Bueno, no quiero tener que pensar en eso. No quiero que me tenga amarradita al poste del matrimonio.
OK, sí, mi "libertad" implica la suya. Sí, sí, no puedo digerir imágenes posible de N con alguna mujer. No, no puedo, ni quiero.
Pero seamos realistas. A él le debe pasar lo mismo. O no. Qué sé yo.
Me parece que así es como las cosas deben ser.
No es tan complicado, y a la vez, un mar de obstáculos mentales.
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
