
Punta del Este es re lindo, toda la bola.
Ahora: no hay derecho.
Por qué, yo, en mis merecidísimas vacaciones, habiendo descendido mis dos kilos en 4 días (no traten de hacer esto en sus casas), y pasando la mayor parte del año bastante segura de mí misma (salvo cuando mi marido se acuesta con otra, claro), tengo que lidiar, en la playa con:
PANCHO DOTTO Y SU TROUPE DE MODELOS BEBÉ
¿Eh?
¿Por qué?
Igual, a la noche me quedé pensando: qué mal estas chicas. Yo les juro, más de la mitad, una cara de pobrecitas. Chiquitas. Porque así, sin producción ni nada, son nenas (y no me vengan con comentarios babosos). NENAS posta. Chiquitas, con cara de colegio primario.
Y las tienen ahí, en exposición, a la espera del mejor postor.
Muertas de hambre y haciendo horas de gimnasia.
Esas no son las que me daban un porquitín de envidia. No. Esas me daban ganas de adoptarlas.
Pero un par, Oh My God, como de otro planeta.
Ubicás cuando te das cuenta de que por más gimnasia, dieta y tratamientos que hagas, JAMÁS vas a convertirte en una de esas?
Bueno, así.
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
