
Fin de semana sola. Casera. Ni Chico ni demasiados amigos. Todos desparramados por ahí y de repente me encontré sin medio programa. ¿Cómo la pasé? Bien. Mucho tiempo libre para pensar. Mucho tiempo libre para todo. Y hay que saber aburrirse o buscar cosas para hacer de vez en cuando. Encontré varias por suerte. En principio, retomar la lectura al sol con el doble beneficio de placer y piernas con más color.
Visité a mis viejos y me quedé en la pileta de gran charla con mi madre. Lo extrañé un poco al Chico y me pregunto cuándo será el momento ideal para que conozca a sus chicos. ¿Debería venir de él? ¿Debería proponerlo yo? ¿Debería sacar el tema? Por un lado me muero de ganas de conocerlos y por otro lado me aterra que no funcione.
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
