
PUNTA CANA.- Los resorts retan a descubrir una vida de rey. En ellos, la comodidad y el lujo abundan, y sus precios varían según la categoría.
Hoteles de este tipo crecen como hongos desde los últimos años, y son un edén para grupos de jóvenes y destino predilecto para mieleros. Sus precios varían según la categoría.
Grandes cadenas españolas, con experiencia en Mallorca, han fomentado su instalación cerca de la costa y del aeropuerto de Punta Cana. La mayoría de los establecimientos son cerrados para todo el mundo, excepto sus huéspedes, todos extranjeros.
Conviene abandonar la rutina diaria y echar una ojeada fuera de los límites de estos paraísos. Se pueden descubrir otros horizontes a pie o en cuatro ruedas, incluso en avión y llegar a Samaná.
Lo importante es imponer un paréntesis a la playa o a la pileta, y conocer otras caras de la isla.
Los peros son pocos: no hay pueblos cercanos, excepto Higuey, a unos 60 kilómetros, cuya catedral fue visitada por el papa Juan Pablo II. También algo alejado se encuentra Altos de Chavón, un poblado de piedra con estilo medieval que fue levantado por un magnate como regalo para su hija.
Una visita a Santo Domingo vale la pena a pesar del inconveniente que representa el viaje, un suplicio de más de tres horas por carretera.
Donde se concentran los hoteles Bávaro, están las que se consideran las mejores playas de todo el Caribe. Aguas turquesas y las menos zamarreadas.
Entre los hoteles preferidos por los argentinos se encuentra el Meliá Bávaro Resort. Un sinónimo de lujo y confort. La gente llega allí para aislarse en medio del placer durante unos siete días.
Es un complejo formado por el edificio del hotel y bungalows junto al mar. Todas las habitaciones cuentan con aire acondicionado, teléfono, TV., mini-bar y terraza.
El huésped del Meliá anuda en la muñeca una cinta con cuya sola exhibición puede consumir todo lo que apetezca a la hora que quiera y en el lugar que lo desee.
Cuenta con varios restaurantes, entre ellos el Chopin, rodeado de lagos y con música de cámara. Dicen que éste no es un hotel con jardín, sino un jardín con hotel, ya que los espacios que lo rodean son enormes, y permiten tener contacto con la flora y la fauna.
Para ir a las habitaciones y a la playa, donde hay varios restaurantes, unos trencitos de vehículos parecidos a los carros de golf, con techo y sin puertas, trasladan a los pasajeros. Por ese medio puede llegar al casino. En cambio, se puede caminar por los senderos del inmenso parque y de pronto encontrarse con un pavo real o una iguana.
Para todos los gustos
Después del desayuno-buffet (se corre el riesgo de volver con muchos kilos de más), espera la playa, pródiga en reposeras. Elija el lugar que quiera. Si lo desea, no hace nada, se entrega al placer de la playa debajo de los parasoles de paja y sueña con el paraíso.
Pero si se aburre puede caminar, nadar, alquilar un jet ski, hacer windsurf o practicar snorkeling. Si siempre tuvo ganas de bucear, ésta es la oportunidad: se dictan cursos que habilitan para realizar una inmersión por el fondo marino y admirar los corales y peces tropicales. También hay cabalgatas por la playa que, además de entretener a los visitantes, permiten recorrer distancias más extensas. Extensas plantaciones de cocoteros son una compañía inseparable.
Atrévase a dar los primeros pasos de merengue en las divertidísimas clases en la playa, al ritmo de música contagiosa. Antes de almorzar, déjese tentar con las alternativas que ofrecen los bares sobre la arena. Una piña colada o un Coco loco son dos tragos vitales para decir que estuvo en esta parte del Caribe.
Las noches son para vivir en Coco´s, no para contarlas y, por eso, no conviene entrar en más detalles.
Recomendaciones
Paquetes turísticos
Son diversos en sus condiciones y precios. El Meliá Bávaro ofrece una semana con aéreo (charter), media pensión y transporte, a 900 dólares. Existen otras modalidades (Informes por el 394-9905).
Excursiones
Conviene consultar con los representantes de las agencias de viajes. El paseo a isla Saona, uno de los mejores, vale alrededor de 70 dólares y dura casi todo el día.
Transporte
Vuelos internos: Punta Cana- Santo Domingo, 54 dólares; a El Portillo (Samaná), 54; a La Romana, 29.
Alquiler de autos
Auto mediano, por día, 80 dólares (el límite en las autopistas es de 80 kilómetros por hora).
Restaurantes
Cobran el 10 por ciento del consumo en carácter de propina. Hay de diferentes categorías y precios.
Bebidas
Los tragos principales son piña colada, coco loco, daiquiri, margarita y banana royal. Se recomienda beber agua mineral o purificada en botella. El coco loco está compuesto por jugo de coco, crema de leche y ron.
Entretenimientos
En casi todos los hoteles se ofrecen shows y se anuncian en las carteleras para los pasajeros.
Casino
En Punta Cana funciona en el Paradisus Hotel y es gratis el ingreso para los huéspedes del Meliá Bávaro.
Más información
Santo Domingo: calle Isabel La Católica 103 (809 682-0185, fax 567-7202).
Higüey (Punta Cana)calle La Altragracia, frente a la basílica (809 554-2672).
Samaná: calle Santa Bárbara, edificio gubernamental (809 538-2332, fax 538-2556).
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