Newsletter
Newsletter

Houston, ningún problema

La ciudad más grande del estado norteamericano es más que un polo científico, tecnológico e industrial. Es también sede de una extraordinaria oferta cultural, un paraíso del shopping y un destino que continúa en franco crecimiento




HOUSTON.- En tiempos de recesión, desempleo y la palabra crisis en boca de todos, Houston está haciendo titulares en Estados Unidos. ¿La razón? La ciudad más grande de Texas y la cuarta del país es una de las pocas, poquísimas, donde la hecatombe económica parece haber pasado de largo.
Aquí siguen en pie los planes para agrandar museos, abrir locales, reciclar viejos edificios, extender la red de tranvías, crear más espacios verdes. Y aunque la ciudad no está totalmente inmune de los efectos de la debacle financiera, estrellas televisivas como Charles Gibson -de ABC News- llegan impulsadas para seguir en vivo lo que en el resto del país parece impensado. Por ejemplo, que mientras en otros estados las empresas se deshacen de a miles de sus empleados, aquí todavía haya puestos de trabajo disponibles (hace pocos días, sin ir más lejos, postulantes de todo el país desbordaron las oficinas de la policía local, que buscaba 500 nuevos efectivos).
O que museos como el de Ciencias Naturales planeen desembolsar 85 millones de dólares, este mismo año, para duplicar el tamaño de sus instalaciones, en un intento por hacer frente al aluvión de visitantes que inunda sus salas. Y no es el único.
Porque quienes asocien a Houston con energía, petróleo u hospitales, bueno, sepan que hay mucho más. No hay duda de que las refinerías constituyen uno de los pilares industriales de la zona, de que existen más de 5000 empresas de energía en la región, y de que aquí las crisis se miden más que nada según el precio del barril de crudo. O de que el centro médico es una miniciudad en sí misma, con más de siete millones de pacientes al año, 42 instituciones y 300 hectáreas (más o menos el mismo tamaño que el Downtown de Los Angeles, para darse una idea).
Pero la variedad y calidad de la oferta cultural es uno de los grandes orgullos de Houston. Tal es su importancia que la urbe tiene su propio Museum District, un área en la que conviven 18 museos de las más diversas artes y disciplinas, desde el Museo del Holocausto hasta el de los Niños o el de la Salud.
Y el de Bellas Artes, que cuenta con una colección que supera las 20.000 obras, no es sólo el museo de arte más grande en el sudoeste del país. En 2004 lanzó la primera exposición estadounidense dedicada a las vanguardias artísticas de América latina, con obras de David Alvaro Sequeiros, Xul Solar y Antonio Berni, entre muchísimos otros.
Y ni hablar de la exquisita colección Menil, una selecta exhibición privada de fotos, esculturas y pinturas que, entre sus puntos destacados, incluye dos frescos bizantinos -los únicos del hemisferio occidental- y una galería dedicada a un solo artista estadounidense, Cy Twombly.
Se puede recorrer los 14 km del distrito de museos con el Metro Rail, tranvía de última generación que comunica todos los edificios, por 1,25 dólares.
Uno de los pocos que no se encuentra allí es el Johnson Space Center, centro de entrenamiento de astronautas y sede de transbordadores espaciales, a 37 km de Houston. El lugar está diseñado para seguir la historia de la conquista del espacio, visitar las oficinas centrales de la NASA, presenciar cómo funcionan los equipos de control de misiones espaciales y, en fin, codearse con capítulos decisivos de la historia espacial, en la que la ciudad texana ocupa un puesto destacado.
Houston , de hecho, fue la primera palabra que se pronunció en la Luna, cuando Neil Armstrong dijo aquellas famosas palabras, el 20 de julio de 1969: "Houston, Tranquility Base here. The Eagle has landed" ( Houston, aquí Base Tranquilidad. El Aguila ha aterrizado ).

Cara renovada

Un Downtown con cara renovada comenzó a ser otra de las atracciones de la ciudad, y de esto no hace mucho. Sucede que en el último año abrieron sus puertas más de 50 bares y restaurantes en la zona administrativa, que entre otras curiosidades cuenta con 20 km de túneles subterráneos para conectar sus edificios.
The House of Blues es uno de los hits más recientes del barrio. Y no importa que haya inaugurado cuando la economía se hacía trizas, en octubre de 2008. No hay noche en que el edificio de 4200 m2 no se llene. Además de los recitales de gospel (todos los domingos, junto con el brunch) y blues (viernes y sábado por la noche) hay conciertos exclusivos brindados por artistas de estilos tan eclécticos como BB King, Billy Bob Thornton o el rapero Snoop Dog.
También Discovery Green es una de las últimas apuestas del Downtown. Este enorme pulmón verde cuenta con fuentes interactivas, un juego de ajedrez gigante, pista de patinaje sobre hielo en invierno y hasta un espacio para que los perros corran sin correa (todo un tema en Estados Unidos). Pero lo más llamativo es la extensa lista de eventos y actividades, todos gratuitos, que se ofrecen en el parque, desde competencias de Wii o cursos de reparación de bicicletas hasta talleres de literatura y clases de yoga.
Entre los mitos populares hay uno que dice que un conductor puede manejar durante una hora a 90 km por Houston, y nunca llega a atravesar la ciudad de un extremo a otro. Verdad o no, lo cierto es que los incontables barrios están desparramados alrededor de las incontables autopistas, y que las distancias, aquí, son amplias. De hecho, todo es grande en el estado más grande de Estados Unidos (después de Alaska, eso sí), desde las fortunas hasta las raciones descomunales de comida.
Por eso no sorprende que el shopping también se haga a lo grande. Desde los outlets como Katie Mills hasta malls como The Galleria (hay que decirlo: es el cuarto centro comercial más grande del país) se puede conseguir de todo, y a todo precio. Si no, pregúntele a los dos millones de mexicanos que llegan a Houston por año, sólo para hacer compras. Incluso los mismos houstonianos salen por estos días de los shoppings con las bolsas bien cargadas. Como para desmitificar que se viven tiempos de crisis.

Los cowboys del rodeo

No es cuestión de que, por estar en Texas, uno ande chocándose con cowboys por doquier. Al menos, claro, que se trate de la semana del Houston Livestock Show and Rodeo, el mayor rodeo del mundo y todo un acontecimiento en la ciudad. El megaevento se desarrolla puntualmente durante las tres primeras semanas de marzo de cada año. En esos 21 días, el estadio Reliant convoca a casi dos millones de personas, la mayoría de riguroso sombrero vaquero y botas texanas. Durante el día hay exhibiciones y remates de animales, muy al estilo la Rural, aunque por la tarde la cosa cambia de matiz. En primer lugar, porque comienzan los concursos de monta de toros y caballos. Y segundo, porque cada noche hay conciertos con algunos de los artistas más populares del momento, desde Beyoncé (originaria de Houston) hasta Sheryl Crow o ZZ Top. El costo de la entrada es de US$ 16 por persona, y el dinero recaudado se destina a becas estudiantiles.

Una noche en el museo

Es el tercer museo más visitado de Estados Unidos, después del Smithsonian Institution y del Metropolitan Museum of Art. El Museo de Ciencias Naturales de Houston, que este 2009 cumple 100 años, recibe más de tres millones de visitantes al año. Entre las exposiciones permanentes más populares se cuenta el mariposario, un cono de vidrio de tres pisos donde revolotean cientos de mariposas de todos los tamaños y colores, en un ambiente de selva tropical. Y que se complementa con una impresionante muestra de insectos, donde no faltan las trivias con preguntas del tipo ¿cuál es el insecto más peligroso para el humano? (respuesta: el mosquito) o ¿cuál no te haría daño jamás? (la cucaracha), e incluso la venta de hormigas recubiertas de chocolate, larvas con salsa de barbacoa o grillitos con gusto a panceta. Juegos, experimentos y demostraciones interactivas para entender el mundo de la química y la energía, un área de paleontología con más de 450 fósiles, o una de las mejores colecciones de minerales del mundo son otras de las atracciones del museo. Eso, sin contar el cine IMAX (el primero de Houston, inaugurado en 1989) o las exposiciones temporarias, que este año traerán 15 soldados de terracota de China. ¡Ah!, y los viernes de todas las noches de verano hay fiesta. Sí, por US$ 12 se puede bailar entre los humildes trilobites hasta los gigantescos Tyrannosaurus rex . Un dato: los martes, después de las 2, el museo es gratis.

Datos útiles

Cómo llegar

  • Desde Buenos Aires, Continental vuela todos los días a Houston sin escalas, a partir de US$ 1400.

    www.continental.com

Pases

  • Por US$ 39 para adultos y 29 para menores se puede adquirir un talonario con entradas para seis atracciones de la ciudad, entre ellas el Acuario, el Museo de Ciencias Naturales o el Space Center (para darse una idea, algunas entradas solas cuestan US$ 20, como por ejemplo las del Space Center).

Museos

  • El Museo del Holocausto, el de Arte Contemporáneo y la Colección Menil son gratis. El de Bellas Artes es gratis los jueves, en tanto el de Ciencias Naturales, los martes por la tarde.

En Internet

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo

Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo


por Redacción OHLALÁ!


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2022 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP