

Me gustaría rescatar la diferencia entre estar y conocer. Uno a menudo cree que conoce muchas provincias, muchos países, y en realidad no conoce nada. Sólo estuvo allí.
Por ejemplo, yo he viajado a Salta en varias oportunidades, como actor o para jugar al rugby. Sin embargo, cuando conocí a mi mujer, que es de allá, le dije que conocía Salta, y ella me hizo notar que en realidad sólo conocía los hoteles en los que había estado y las canchas de rugby.
El verano pasado fui de veraneo y me di cuenta de que definitivamente no la conocía. Nos habían invitado a un castillo en un valle de paisajes deslumbrantes, una suerte de pedacito de cielo que está a sólo 50 km de Salta capital. Recuerdo que salimos muy tarde con mi mujer y mis cuatro hijos. Nos habían advertido que fuéramos comidos, porque los restaurantes cierran temprano.
Antes de llegar al valle, paramos en el pueblo de Chicoana en busca de algo para cenar. Era un domingo de noche, y con los chicos con apetito, un partido complicado. Paramos en un restaurante, el único en todo el pueblo, y estaba cerrado. Por lo demás, la milanesa más cercana estaba a unos 40 km. Entonces me asomé y vi que del interior del local salía una persona. Era una señora y me explicó que el restaurante estaba cerrado y que a esa hora ya no trabajaban. Pero cuando miró hacia el auto advirtió que estábamos con los chicos y dijo: "Deben tener hambre, no se preocupen, lo vamos a abrir. Eso sí, lo único que les puedo ofrecer son milanesas con papas fritas".
No sé si Salta se destaca por las milanesas, pero para mí y toda la familia fueron las más ricas del mundo. Y las comimos en Salta. Ese gesto no lo olvido, y no lo quiero olvidar. Lo que antes era muy común, gente que es sensible y te da una mano en un momento difícil, lo encontré en Chicoana. Lamentablemente ya no me acuerdo de su nombre, pero le agradezco muchísimo la amabilidad que tuvo hacia nosotros.
Me encantan los viajes, aunque no me seducen tanto los paisajes como la gente. El paisaje puede ser hermoso, pero si no está acompañado de gente, no me dice nada. Por eso, Salta me emociona profundamente, y más allá de sus maravillas, recursos y posibilidades, rescato a su gente, que seguramente debe ser igual en otras provincias cercanas. Ese tipo de gestos me hace sentir que realmente vale la pena educar a mis hijos y decirles que el camino es ése, y aunque parezca que ahora todo es lo mismo, el bien existe. Lamentablemente, en la actualidad parece que todo es robo, violación y estafa. Parece que nos matan en cada baldosa, pero entre esos balazos hay muchísima gente que sigue haciendo el bien, y sería muy positivo que ese tipo de noticias tuvieran más prensa , que hoy por hoy son una gran noticia.
El autor es actor. Actualmente participa con la voz en off en Infocaos , espectáculo de humor del grupo Los Rissotos, en el Teatro La Comedia (4815-5665), y se presenta en Gorda, los miércoles y jueves, a las 20.30; los viernes y sábados, a las 20 y a las 22, y los domingos, a las 20.30, en el Paseo La Plaza.
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