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L

30 de junio de 2011 • 10:54

Antes que nada: GRACIAS por alegrarse por mí y mi hijito. No me canso de decir que me sorprende muchísimo cuando completos extraños pueden conectarse y emocionarse con la alegría del otro. Gracias, de verdad.

Lucas está muy bien. Débil, claro, pero animado y de buen humor.

Hoy se quedaron los tres en casa porque yo no trabajaba, porque hace mucho frío y porque querían y yo los dejé (no me reten mucho!).

Mañana me reincorporo. Tengo mil millones de pacientes porque mucho no quieren atenderse con la persona que queda en mi reemplazo así que los movemos de día y ya.

Hoy tenía ganas de escribir un poco sobre lo que pasó con Nicolás y su novia.

Quizá sea por todo lo que pasó estos días con mi chiquito, pero lo cierto es que sólo pienso en lo bueno que es que me haya caido bien, haberme enterado de que es madre, haberla visto con buenas intenciones. Me alegré por mí y por mis hijos.

Lo cierto es que muy probablemente vaya a pasar tiempo con los chicos. Entonces, ¿qué más quiero? Parece una mujer que tiene ganas de que la quieran y que va a tratar de lograrlo.

No, por ahora no quiero nada más que eso.

Estuvo bueno que yo la viera antes que nos niños, no?

Estoy contenta.

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