El lugar se llama Complejo Turístico Histórico y Cultural La Alameda 1789, y está en la margen sur de la laguna de Chascomús, a unos 120 kilómetros de Buenos Aires, a la vera del camino pavimentado menos concurrido por los visitantes de otras regiones y muy cerca del recreo del Automóvil Club Argentino, el muy abastecido camping con muelle de pesca de la zona.
La Alameda cuenta con 33 hectáreas de camping y 2200 metros de costa, en la que se alza el antiquísimo casco de la estancia. Perteneció a la pionera familia Girado y los edificios cuyos muros en parte muestran el alma de viejos ladrillos delatan su antigüedad.
Ya tenían un siglo, seguramente, cuando el 21 de junio de 1900 -año de la gran inundación- el vaporcito Atahualpa fue botado por don Narciso A. Newton (de la familia que instaló en la estancia Santa María del Samborombón el primer alambrado de la Argentina), que cubrió en la emergencia el tráfico entre Chascomús y Pila, pueblo de las cercanías.
Los Girado poblaban estos campos -en el confín de llanuras que el río Salado apenas protegía de los malones- desde mucho tiempo antes que a Chascomús le llegara el trasladado fortín El Zanjón, mudanza que se verificó en el invierno de 1779 por parte del capitán Pedro Nicolás Escribano y sus mal entrazados blandengues.
La orilla de los Girado
Pero a pesar de la antigua ocupación de campos, muchos ganaderos de la región apoderaron a don Fermín Rodríguez -en septiembre de 1797- para que actuara ante el tribunal competente del Virreinato con el fin de que se les otorgaran las tierras que les habían sido prometidas. Entre los peticionantes estaban Dionisio y Bernando Girado, y hasta el propio jefe fortinero.
Otro Girado (Francisco) aparece entre los vecinos de Chascomús suscripto y juramentado por sometimiento y fidelidad a la Asamblea del Año 1813. Felipe Girado está anotado con 6 pesos fuertes para la creación de una escuela en 1816. Y cuando en 1815 el director supremo reclama ayuda para la campaña sanmartiniana a todos los pueblos de la campaña, el mismo Fermín Rodríguez, como veterano comandante militar de Chascomús y ya septuagenario -que se ofreció en persona y bienes, incluida su casa para lo que se dispusiera-, encabezó el reclutamiento de las donaciones de ganado y suscribió, entre otros, a los espontáneos Elías, Bonifacio y Juan C. Girado con varios animales.
Cuatro Girado aparecen como obligados contribuyentes en 1822, entre ellos Felipe, que era juez de paz y rosista -aunque dubitativo, según el historiador Francisco L. Romay- cuando se produjo el levantamiento de Los Libres del Sud (1839). Fue destituido por los revolucionarios, se le ordenó arrancarse su luto punzó e irse a su casa con arresto domiciliario. Como se sabe, lo que siguió fue dramático: la batalla en la orilla norte de la laguna donde el alzamiento se ahogó en una derrota militar y luego crueles persecuciones.
Si se tiene el privilegio de recorrer el viejo casco de La Alameda, el lugar conserva un muy viejo galpón de mampostería con farolas cercanas al no menos antiguo aljibe.
El casco en sí mismo tiene un abovedado recinto que parece un palomar y dos unidades importantes de vivienda. La mayor, de cara a la laguna y con galería, remata a los fondos con lo que seguramente fueron las caballerizas, mientras un gran enverjado y sus primitivas columnas encierran al parque breve, encaramado sobre las aguas.
Quienes acampan en los sectores con mesas, fogones y luz, con unidades sanitarias, rampa para bajada de lanchas y playa aprovechable en tiempos de tibieza, se instalan a razón de 5 pesos diarios por persona y 2 por la parcela donde arman su carpa. Los grupos de hasta cuatro visitantes pagan 15 pesos en total por el día de recreo. Pueden alquilar bicicletas a 6 pesos y botes a 10 por hora. Las reservas se hacen por el 635-8903 o CTI 066-506237.
No todo bajo carpa
Quienes pretenden pasar la noche bajo techo tienen, en las cercanías y sobre el costanero camino pavimentado Barrio Parque Girado, el apart hotel Costa del Sol, con vista a la laguna, bajada de lancha y bungalow con tv (para poder seguir el Mundial), para 2 y hasta 6 personas. Se arriendan desde 60 y hasta 120 pesos por día y los más cómodos disponen de estar y cocina. Tiene un comedor (promedio 10 pesos por comida, sin bebidas). Reservas, de martes a viernes, por el 361-6549 y los fines de semana por el 0241-30797 y 23334.
Si se sigue el camino costanero en dirección a la laguna Vitel, el camping Monte Brown dispone también de un motel que ofrece comodidades más modestas por sábado y domingo, a 40 pesos la habitación.
A Chascomús se llega por el costoso acceso de peajes que suman los de la Autopista del Sur (dos de 1,90) y la ruta 2 (9 pesos en Samborombón), 12,80 en total. Cuando se está en la zona no se recomienda entrar por ninguno de los dos accesos principales que llevan a la ciudad lagunera. Por el contrario, debe seguirse hasta que la cartelería anuncie la entrada a la laguna. El asfalto se interrumpe por una rotonda: hay que tomar el camino de la izquierda que lleva a la orilla sur y su Barrio Parque Girado. Quienes se ponen en camino desde Buenos Aires por la autopista Riccheri (primer peaje a 2 pesos y luego 0,70) y siguen el trayecto sin peajes por la ruta 210 que lleva a Brandsen, logran un viaje económico si luego encaran la ruta provincial 29 hasta el desvío a Ranchos, cuyo trazado urbano deben cruzar. Hacia Chascomús continúa la ruta provincial 20, asfalto con pocos pero profundos deterioros.
Por esa ruta conviene desviarse a la derecha por un camino de tierra que lleva a la laguna, giro que debe hacerse antes de que el asfalto cruce el arroyo Vitel.
El camino de tierra, finalmente, bordea la orilla más oriental del espejo de Chascomús, y llega al asfalto que pasa por los campings Monte Brown, La Alameda, ACA y los bungalows Costa del Sol.
Francisco N. Juárez