

VILLA LA ANGOSTURA.- A 80 kilómetros pavimentados de San Carlos de Bariloche, este paraíso nada tumultuoso no convoca multitudes. Villa La Angostura, se sabe, es apacible, y su centro de esquí -a nueve kilómetros y a 1030 metros sobre el nivel del mar- no se diferencia.
Como sus vecinos mayores, Cerro Bayo inauguró su temporada el sábado último, y también como sus competidores necesita nuevas nevadas para completar una temporada que se precie de tal. De todas formas se pudo esquiar de la zona intermedia hacia arriba.
De modestas instalaciones, con armado casi artesanal de remontes que trepan 630 de desnivel esquiable en 22 kilómetros de pistas, es el único centro invernal con notoria ventaja de perdurabilidad.
Quizá porque nació paralelo al Club Andino Villa La Angostura (Cavla), y con el aporte de socios de Cumelén, el primer country -y el más aristocrático- del país, con más de medio siglo de existencia en las inmediaciones, a la vez que se trata de una sociedad propietaria.
No se trata de un concesionario, y tampoco es una estación de esquí endeudada. Este año es la única que presenta la incorporación de una aerosilla (Chaltén), paralela a la Principal, pero más corta. Así se cumplió con el objeto de interconectarse con la aerosilla Panorámica, que arranca junto al camino homónimo y llega a la zona de Principiantes.
En días con buena visibilidad hay que hacer esa conexión y luego esquiar el camino. Es una excursión, sencilla pero de paisajes imperdibles, ideal para las detenciones destinadas a la observación y la fotografía. También son buenas la tomas a hacer desde el deck del restaurante Tronador, que avista esa englaciada e imponente montaña.
Se come allí arriba o en el Chaltén de la base, donde hay que probar la comida de Jordy Sonntag. Armado como un mecano, Cerro Bayo es obra de Jean-Pierre Raemdonck, el belga introductor del motocross en la zona y en el país.
Un panorama digno de verse
Los esquiadores expertos trepan a la cumbre con un T-bar que mejora aún más el panorama visual y también la pendiente de la ladera. Los esquiadores intermedios suelen estar activos en la telesilla Del Bosque, mientras que los novicios deslizan sucesivas bajadas por el camino Panorámico.
Los mayores de 65 años esquían sin cargo, igual que los menores de 6 años acompañados por mayores. El pase diario mayor y menor cuesta en temporada baja 19 y 13 pesos, 23 y 17 en la media, y 27 y 21 en la alta.
El pase semanal está tarifado en 114 y 78 pesos en la baja, 136 y 102 en la media, y 162 y 126 en la alta. El alquiler de un equipo carving está a 26 pesos por día en la alta y 20 en la baja. Las clases grupales de dos horas diarias por una semana cuestan 100 pesos.
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