Newsletter
Newsletter

La Fe, para fieles al campo

Se abrió al turismo otra estancia




La estancia La Fe es un apartado rincón del río Samborombón, a unos 27 kilómetros de Chascomús y a tres kilómetros de la enripiada ruta provincial 20. Son 200 privilegiadas hectáreas de campo agroganadero, con un añoso monte, albergue natural de todas las especies de la fauna bonaerense. Las aves gorjean durante los atardeceres, y en medio de esa Babel, un modesto casco de principios de siglo fue reciclado para destinarlo al turismo alternativo. En el lindero río Samborombón, algunos visitantes despliegan cañas y ensayan premiarse con un pique -abundan tarariras, lisas, carpas y hasta pequeños pejerreyes, a la vez que los amantes del safari fotográfico o de la simple observación de aves aciertan al contemplar una cigüeña.
El proyecto de compartir la actividad estanciera con el destino turístico lo diseñó Marcela Tuccio desde hace años. Pero sólo cobró cuerpo cuando ella decidió dejar Buenos Aires e instalarse en su campo.
Desde entonces, la tibieza ganó los 160 metros cubiertos que suman las tres salas, ámbitos que sirven para mirar el bosque enmarcado por grandes ventanales (cambia hacia la noche por las más mundanas imágenes del direct-TV ). Cerca, la pulcra cocina aprovisiona desde el desayuno -que incluye buñuelos de banana- hasta la cena de platos criollos, como la carbonada o una cazuela de pollo al curry. Allí también se amasan pastas caseras y la anfitriona misma se involucra en la preparación de las salsas. Lo tradicional de los mediodías es el asado, a veces también cordero al asador, del plantel granjero, que incluye pollos, patos y conejos.
Empanadas y vino anticipan todo plato de asado, y el mate cocido es el crepuscular té criollo que se acompaña con tortas convencionales. Hasta allí, desde el desayuno, el día de campo corre centrado en el almuerzo. También con alguna cabalgata o con el simple paseo para observar tareas rurales. Los visitantes pueden hacer excursiones hasta el río en busca de pesca o disparar fotos insospechadas (la caza está vedada). Un pequeña pileta restaña durante el verano los sofocones predecibles en los más deportistas, esos que intentan jugar fútbol o voley y que hasta montan alguna bicicleta.
Cinco habitaciones en suite con hogar o salamandra y baños modernos están disponibles para los huéspedes. El tarifario estipula el pago de 80 pesos por el día de campo con tres comidas (sin cena). El hospedaje completo, con cuatro comidas, en ambos casos con las actividades y las bebidas incluidas, cuesta 120 pesos. Se reserva por el 02241-436193.
A quienes les urge localizar la historia regional, les complace la cercanía con la vieja y desaparecida huella que en el siglo pasado unía Magdalena con Chascomús, vado que cruzó el viajero inglés William Mac Cann en su Viaje a caballo por las provincias argentinas , como llamó a su libro de 1853.
Mac Cann llegó -aquella vez, luego de vadear el río- al casco de la estancia Santa María, de Richard Black Newton, responsable de haber instalado el muy grueso, pero también pionero, alambrado que se vio en la Argentina.
Quienes se queden en La Fe pueden hacer una escapada hasta el Museo Histórico Pampeano de Chascomús, donde sobreviven desde el piano del señor Newton hasta muestras del alambrado que -como el piano- fueron traídos al regreso de un viaje del estanciero a Inglaterra. Una indagación y recorrida mayor pueden dar con el viejo casco del pionero.
El sendero de 3 kilómetros que une la blanca tranquera de La Fe con la enripiada ruta provincial 20, luego de cruzarla, se transforma en un ancho y apisonado camino hasta con un tramo -a 5 kilómetros- flanqueado por una arboleda.

Pulpería El Resorte

Si se sigue otro tramo de 5 kilómetros por ese camino, se llega a Vergara, paraje ahora despoblado frente la inútil estación ferroviaria. A un paso de las vías perdura la pulpería El Resorte, de Juan Carlos Jaime, que varó en el lugar como un viejo barco fatigado por las mareas.
Vale la pena para guardar la imagen de un verdadero almacén de campo -funciona desde 1913-, con veterano mostrador y estantes desbordados de viejas botellas. También conviene llevarse algún embutido o un queso de campo; probar las empanadas fritas o acertar la visita cuando el pulpero asa lechón. Ese suceso parrillero suele coincidir con algún campeonato de truco del sábado a la noche, oportunidad que se descubre por los caballos que, ensillados, aguardan puertas afuera.
Se llega por la autopista a La Plata, por ahora extendida hasta el cruce Gutiérrez -con dos peajes de 1,90 peso cada uno-, y se sigue por la ruta provincial 2 hasta su cruce con la ruta provincial 20, que aparece poco después del primer acceso a Chascomús. Hasta allí se paga 9 pesos del peaje de Samborombón y se gira a la izquierda por la enripiada ruta 20. Se vuelve a cruzar el mismo río y, poco después, aparece el camino a Vergara, que arranca hacia a la izquierda; pero hacia la derecha, un poco transitado sendero lleva, luego de tres kilómetros, hasta la tranquera de La Fe. Otro camino más económico resulta al repetir el tramo hasta el cruce Gutiérrez y hacer por la 2 los seis kilómetros que dista el desvío, hacia la izquierda, de la ruta 36. Se la sigue hasta Vieytes, donde aparece -a la derecha- la ruta 20, que evita el peaje de la 2, y luego de 25 kilómetros deja en La Fe.
Francisco N. Juárez

¡Compartilo!

SEGUIR LEYENDO

¿Cuáles son los mejores lugares para probar este clásico postre italiano?

¿Cuáles son los mejores lugares para probar este clásico postre italiano?


por Redacción OHLALÁ!


 RSS

NOSOTROS

DESCUBRÍ

Términos y Condiciones


¿Cómo anunciar?


Preguntas frecuentes

Copyright 2025 SA LA NACION


Todos los derechos reservados.

QR de AFIP