
A veces sucede que asociamos el nombre de un lugar a un evento que se desarrolla allí, desconociendo su propia historia. Y bien podría decirse que al nombre de San Marino por estos tiempos lo escuchamos o leemos en los medios asociado con una de las carreras de Fórmula 1. Fue allí, en ese circuito, donde Ayrton Senna perdió la vida en 1994.
Pero había algo que despertaba mi curiosidad e hizo que durante una estada en Italia para estudiar la lingua del Dante , decidiera ir a la Serenísima República de San Marino.
Llegué en tren a Rimini, ciudad marítima, uno de los lugares con mayor movida nocturna en el verano italiano. Pero mi gran error fue no tener en cuenta que llegar un 15 de agosto a cualquier lugar de vacaciones en Italia significa no encontrar dónde dormir. Ese día, los italianos lo llaman Ferragosto, si bien es el día de la Asunción de la Virgen. Aunque parezca una contradicción, ese día está asociado con antiguas fiestas paganas.
En la estación de trenes funciona una oficina de turismo donde me dijeron que sería casi imposible encontrar lugar para dormir. Volví varias veces, estaba agotada. Habían otras cuatro personas esperando, dos japonesas y dos italianos. Apareció la empleada y dijo: "Estoy a punto de cerrar, sólo tengo algo para ofrecerles: un cuarto con cinco camas". Nos miramos entre desconfiados y confiados "a la fuerza" por la circunstancia. El cansancio acumulado hizo el resto: aceptamos. Cenamos juntos, los nuevos cinco "amigos obligados". Después recorrimos esa interminable pasarela paralela al mar, llena de restaurantes, discotecas y toda la energía del verano.
Al día siguiente hicimos la visita a San Marino. Bellísimo lugar. Su posición dentro de Italia es muy particular; se asemeja a Mónaco o a Andorra, que están insertos dentro de países, pero son independientes. Tiene una población aproximada de 29.000 habitantes, llamados sanmarinenses. El idioma oficial es el italiano, pero tienen el dialecto emiliano romañolo. Forma parte de las Naciones Unidas desde 1992, y tiene un Tratado de Amistad con Italia. No forma parte de la Unión Europea, pero utiliza el euro como moneda corriente.
Para el final dejé lo más interesante de esta república: la historia del hombre que dio origen con su nombre a este lugar fantástico. La historia de Marino, un hombre que fue testimonio vivo del cristianismo. Vivió en el año 300 d.C. y junto a Leo, con el tiempo tan santo como Marino, se establecieron en el monte Titanio en tiempos muy difíciles, pero a pesar de todo quisieron difundir el Evangelio.
Saber que una de las repúblicas más antiguas que existen lleva el nombre de un hombre tan humano, tan pequeño y al mismo tiempo tan grande le da a este maravilloso rincón del mundo llamado San Marino un valor inconmensurable.
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FE DE ERRATAS
El domingo último, en el epígrafe de tapa de este suplemento, se publicó que la imagen correspondía a la Casa del Marqués, en la ciudad de Córdoba, cuando en realidad pertenece al sitio conocido como Casa de Liniers, que se encuentra en Alta Gracia, en la provincia de Córdoba. Asimismo, en la página 7 se menciona que en el Pozo de Vargas se enfrentaron Felipe Varela y Antonio Taboada, cuando debió decir Antonino Taboada.
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