

La isla de Jersey es una dependencia de la corona británica; no es una colonia ni una provincia. Imprime su propia moneda, la libra esterlina, y tiene su propio gobierno.
Está en el Canal de la Mancha, a 160 kilómetros al sur de Inglaterra y a 22 de Francia. El nombre suena seguramente por los suéteres (punto jersey) y las vacas, que dan una leche muy rica en grasa, y por lo tanto, los productos lácteos de aquí son riquísimos.
No es un territorio muy grande, ya que tiene menos de 120 kilómetros cuadrados, pero posee una gran variedad de paisajes: playas, valles, acantilados, dunas, bahías. Es un lugar rico también en historia, pues ha estado habitado sin interrupción desde la Edad de Piedra hasta nuestros días. Dólmenes, menhires, castillos medievales y torres de observación construidas durante la Segunda Guerra Mundial conviven en perfecta armonía con automóviles modernos, instituciones financieras y antenas de teléfonos celulares. El turismo y los servicios financieros off-shore son sus principales industrias.
Durante siglos, Jersey y las demás islas de la zona del canal han sido conquistadas, invadidas, ocupadas y vueltas a ocupar por Inglaterra y Francia, alternativamente. Claro que tanta ocupación de un lado y de otro dejó una profunda huella en la cultura y en la arquitectura del lugar, que se manifiesta en sus edificios de todos los estilos (francés, victoriano, georgiano, fundamentalmente), y en sus castillos, fuertes y torres de vigilancia en la playa.
La última ocupación, y la que está más fresca en la memoria colectiva, fue la que ejecutó Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y que duró cinco años, ente 1940 y 1945. En la calle hay placas de bronce que recuerdan el lugar donde anunciaron la liberación, o que refieren a acciones heroicas de los isleños que resistieron la ocupación; también a quienes fueron fusilados o deportados a campos de concentración.
Todavía se puede ver las torres de cemento que construyeron para vigilar las playas, las baterías de cañones antiaéreos que instalaron en los acantilados, y los túneles y búnkeres fueron convertidos en museos.
Un paseo verdaderamente imperdible.
¿Descubrimientos para compartir? ¿Un viaje memorable? Esperamos su foto (en 300 dpi) y relato (alrededor de 2000 caracteres con espacios).
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