La leyenda de la negra Catirina y su antojo de lengua de buey

El cuento comienza con la historia de la negra Catirina, la mujer del esclavo Francisco, que estando embarazada tuvo un antojo: comerse la lengua del buey más querido del amo. Desesperada por satisfacer su deseo, indujo a su marido a que matara al animal. Y así lo hizo. Cuando el amo se enteró mandó a castigar a su esclavo y le dijo que si el buey no aparecía lo mataría. Entonces, el esclavo Francisco convocó a los doctores y curanderos de la zona para que lo ayudaran. En el final de la historia el buey resucita y todos danzan a su alrededor.

Esta es la base sobre la cual más de 300 conjuntos artísticos producen las variaciones más coloridas y rítmicas. Zabumba, matraca y orquesta son las tres clasificaciones que dividen a los grupos y que hacen referencia a los integrantes originales.

La zabumba es una especie de tambor y está relacionada con los ritmos negros de Africa; la matraca tiene que ver con la presencia indígena, y se caracteriza por tener grandes panderetas y matracas; la orquesta da cuenta del componente europeo, y sus instrumentos principales son banjo y clarinete.

Entre fiesta y fiesta, los fieles se ocupan de diseñar y coser el buey, que cada año es distinto y más producido. En la actualidad, los disfraces se hacen con materiales de reciclado, que se recuperan con arte.