De todas las fiestas del vino en las que participé, siempre vuelvo a la de Freinsheim, una pequeña ciudad medieval a pocos kilómetros de Mannheim, en la ruta del vino, muy popular en Alemania.
Se sabe que en la edad de piedra existió una población en esta ubicación. La primera mención escrita de Freinsheim data de 774 y en ella se menciona que se produce vino. Alrededor de 1470 se le otorgan los derechos de una ciudad. Durante la guerra de los campesinos en el contexto de la reforma luterana, esta población se solidarizó con los rebeldes y les abrió su puerta, por lo cual fueron castigados duramente por el vencedor, el príncipe elector Ludwig V. En la guerra por el poder en el Palatinado (1689), el ejército francés de Luis XIV destruyó y incendió la localidad, cuya reconstrucción empezó sólo en 1700.
Otro de los datos importantes es que el muro medieval que rodea la ciudad se construyó entre 1400 y 1514. Su puerta principal, el Eisentor, data de 1514.