
El asado está confirmado; vamos a lo del amigo del Chico, cada uno por su lado. Yo voy con unos amigos antes y el pasa a buscar a los chicos por su casa. Va a ser un grupo grande y entre chicos y grandes sumaremos unos veintipico así que pasaré desapercibida entre la masa y seré una más entre "los grandes".
Cuando era chiquita, los mejores amigos de mis viejos (Pepe y Marita) se separaron y el día que el amigo de mi viejo decidió traer a su nueva novia mi madre hizo un escándalo "que no, que no, que yo no tengo porque sentarme a comer con la nueva mina de Pepe". Discusiones, griterío entre mis padres, idas y vueltas. La cosa es que mi madre sostuvo la postura unos meses hasta que un día tuvo que decir que sí y la llamó a Marita para avisarle que Pepe pensaba traer a la mina al asado y preguntarle si los chicos ya estaban al tanto. Claro que los chicos ya estaban al tanto. Yo me había encargado de contarles. Sí, sí, boca grande y cero filtro, a los 11 andaba escuchando detrás de las puertas las charlas de los mayores.
Bueno, la cuestión es que el sábado, "la mina" vengo a ser yo.
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