Hasta hace un tiempo, La Morocha para mí había sido el nombre de un boliche de fines de los 90, 2000 ahí por Dorrego, un tema de la banda del marido de Julieta Ortega (Avanti Morocha o algo por el estilo) y el nombre de la perra de mi amiga Flor.
Ahora, La Morocha es también un fantasma.
Según MLD todo eso terminó y fue justamente esa vez que los vi, la última que se vieron y yo le creo.
Pero ahora, cada vez que trato de recordar la cara de la mina en el restaurant sólo puedo verla de espaldas y su pelo con ondas divinas. En mis fantasías, cuando se da vuelta es algo así como Mónica Belucci y me enloquezco. No le puedo poner una cara… ¡porque no me la puedo acordar!
Entonces, ahora La Morocha también es Mónica Belucci.
Diosa.
Y pulposa.
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