

Recuerdo haber viajado a Europa del Este pocos años después de que se abriera al turismo, con la caída del Muro de Berlín. Entre otras ciudades llegué a Dresden. Por su ubicación geográfica, se encuentra en la ruta Praga-Berlín. Si bien estaba mencionada en la descripción del recorrido, por alguna razón, quizás encandilada por los otros destinos, no le había prestado especial atención. Capital de lo que fue el reino de Sajonia, Dresden se encuentra a orillas del río Elba, al sudeste de Leipzig.
Es conocida como la capital del barroco y la Florencia del Elba. La ciudad tiene bellísimos suburbios gracias a su ubicación geográfica en el valle del río Elba, entre dos cadenas montañosas.
Sus magníficas villas fueron construidas durante el siglo XIX, una vez que se desfortificó la ciudad. Si bien algunas fueron destruidas por los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, la zona residencial de villas no sufrió mayor daño y se conservan muchas de estas espléndidas mansiones.
En el casco histórico me impactó ver, ordenados alrededor de la iglesia Frauenkirche, joya de la arquitectura barroca que se encontraba en proceso de reconstrucción, parte de los escombros que quedaron luego del bombardeo aliado hacia fines de la guerra. Allí donde sólo veía casilleros con piedras de distintos tamaños, estaban trabajando especialistas de varios países en la clasificación computarizada de los restos existentes y de los faltantes para su reconstrucción, siguiendo idénticas técnicas que las empleadas en su construcción, a comienzos del siglo XVIII.
Según nos informó la guía, la iglesia ardió completamente hasta que se desplomó. La Feuerstrum, la tormenta de fuego que cayó sobre la ciudad en febrero de 1945, poco antes de finalizar la guerra, alude a las bombas incendiarias arrojadas por la aviación aliada, que llegaron a iluminar el cielo de tal manera que el resplandor de la ciudad en llamas podía verse a cientos de kilómetros. Tras la reunificación alemana, la ciudad pasó a formar parte de la RFA y de la Unión Europea.
Muchos de los edificios del casco histórico fueron reconstruidos. La Frauenkirche es un ejemplo paradigmático de exitosa restauración, que se pudo realizar, luego de diez años de trabajo realizado por especialistas internacionales, gracias a subvenciones que llegaron de todo el mundo. La Frauen, uno de los monumentos de la arquitectura barroca –cuya cúpula ha sido comparada con sus parientes famosas: la de la iglesia veneciana Santa María de la Salud, la de la catedral de San Pablo en Londres y la del Panteón en París, entre otras– ha pasado a considerarse un monumento antibélico y símbolo de la reconciliación.
Recientemente la ciudad, junto con los 20 kilómetros del valle del Elba en Dresden han sido declarados Patrimonio Cultural Mundial por la Unesco. Con su iglesia ahora totalmente reconstruída, Dresden acaba de festejar los 800 años de su fundación.
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