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 • HISTORICO

La vida online




El ginecólogo me pidió un análisis de sangre. De esto hace ya dos meses. Le pregunté si era realmente necesario (a mí eso del pinchazo, las agujas y la sangre me impresionan bastante). Él respondió sin siquiera levantar la vista del papel donde escribía la orden: "Sí, claro; a veces los tests caseros fallan".

Sin ir más lejos, nomás hasta el baño de esta casa, el mío había fallado. Eso había sido tres días antes, cuando con el hombre de esta casa lanzamos un decepcionante "ufa" al ver que las dichosas rayitas rosas no aparecían. (la verdad es que era injusto molestarse tan rápido; nuestra búsqueda había empezado hacía muy poco y ése era el primer atraso por el que pasaba.)

El laboratorio está en la propia clínica, así que bajé, tomé aire, soporté el pinchazo y me fui. Cuatro horas más tarde fue el hombre de esta casa el primero en acordarse: "vamos, vamos!, que ya debe estar el resultado!"

No sé el de ustedes, pero mi laboratorio evidentemente es muy top: ante de irme, me dan un papel, una url, una clave, plin plin, y ya está: los resultados delante de tus ojos, en el monitor y por Internet.

Y así, durante una noche de junio, leímos esto:
-Ufa, otra vez. NEGATIVO. Ahí lo dice bien grande, en mayúscula, dije yo.

-Y bueno, habrá que seguir buscando, dijo él y agregó, con esa sutileza que le es tan habitual: -cosa que tampoco está tan mal, je, je. (es que a veces mi marido se ríe como Ramón Díaz)

Pero enseguidita fui yo la que se iluminó: -epa, epa, momentito, aquí dice "cuando el valor es menor de cinco, se considera negativo; valor por encima de tanto, mmmmm... rangos por tiempos de gestación..."

¡Glup!

Leyendo, interpretando como la lógica indicaba, era clarísimo: estaba embarazada.

Nos abrazamos y saltamos, felices. Llamé al médico para contarle pero él, sin desentusiasmarme del todo, bajó mi adrenalina:

-Mirá, hay que hacer otro análisis a las 48 hs, cosa de ver que efectivamente el embarazo esté prosperando y los valores aumenten.

Pasé dos días tratando de imaginar dos embarazos. Uno prosperante y otro estancado. Por fin, dos días más tarde, otra vez la url, la clave, plin plin, entrar y ver:

Los valores crecían, teníamos embarazo prosperante y seguíamos teniendo, también, un médico muy cauto, muy "paso a paso": ahora teníamos que esperar por una ecografía transvaginal y ver que el embrión estuviera bien prendido...

Así fue el comienzo de esta historia, una historia cuyo sexo todavía hoy desconocemos y una historia que acaba de entrar, hoy, en su segundo trimestre.

Por eso, dicen, ya se puede empezar a contar...

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