
Las excentricidades de San Francisco
Músicos callejeros y personajes extravagantes se dan cita en un carnaval que atrae a miles de turistas a Frisco , que también se fascinan con los caprichos arquitectónicos de la urbe y sus impresionantes panorámicas
25 de septiembre de 1998

SAN FRANCISCO, Estados Unidos (The New York Times).- En Fisherman´s Wharf, ese carnaval de músicos callejeros y otras atracciones que atraen a multitudes de turistas, a veces se instala un grupito de jóvenes emprendedores junto a un cartel que anuncia: Fotos con monstruos . Unos con el pelo erizado formando picos, otros maquillados como momias y embutidos en prendas de cuero negro, juegan con las expectativas de aquellos forasteros para quienes Frisco -como la llaman todos- es una de las avanzadas más excéntricas de los Estados Unidos.
También constituyen una metáfora acertada de un lugar muy consciente de la fascinación que ejerce sobre los visitantes, que sabe venderse y hoy lo hace mejor que nunca. Aquí, en San Francisco y alrededores, se nota particularmente que soplan buenos vientos en el país. Desde Sonoma hasta Silicon Valley se percibe una actividad zumbante, ostentación de riqueza y un estado de ánimo expansivo.
En la ciudad propiamente dicha, hoteles y restaurantes rebosan de turistas; se espera que para fin de año sobrepasen los 11 millones. Por esta época, mientras el resto del país se derrite bajo temperaturas tórridas, Frisco disfruta de su temporada alta con días de 15 a 21 grados de máxima y noches frescas que piden un abrigo liviano.
Es el tiempo ideal para caminar y San Francisco nos desafía con cuestas empinadas y, como premio, espléndidas vistas panorámicas... siempre y cuando la niebla no la invada desde el mar. Y aun la niebla parece ser un hechizo más, un strip tease meteorológico, una invitación a jugar a las escondidas. San Francisco siempre ha dado espectáculos, desde el detallismo caprichoso de su arquitectura victoriana hasta su molesta propensión a los terremotos.
Casi todas las grandes ciudades poseen un punto panorámico designado. La impresionante topografía de San Francisco infunde un magnetismo especial al suyo: la torre Coit (1 Telegraph Hill Blvd.; 362-0808) ofrece un campo visual de 360 grados, que además de deleitar al observador le permite situarse y orientarse al instante. El ascensor funciona a diario, de 10 a 18; precio del boleto: 3 dólares; jubilados, 2; niños, 1. Anote los prefijos: 1-415.
Otra forma gratísima de ver sin prisa las bellezas de Frisco es recorrerla en bicicleta. Blazing Saddles (Pier 41, Fisherman´s Wharf; 202-1973) alquila bicicletas de montaña muy seguras; imprescindible reservarlas para los fines de semana. Tarifas: por hora, 5 dólares; por día, 25; piden tarjeta de crédito para el depósito de garantía.
Embárquese con su bicicleta en un ferry y lléguese hasta el parque estatal de la isla Angel, vecina a Alcatraz y menos publicitada que ésta. Estupendamente situada en mitad de la bahía, brinda muchos paisajes naturales para pedalear, pasear a pie o acampar. El viaje en ferry dura 40 minutos; el pasaje de ida y vuelta para adultos, incluida la entrada al parque, cuesta 10 dólares. Informes: 773-1188.
Otra alternativa para un día largo y soleado es cruzar el puente Golden Gate en bicicleta, dejarla en la entrada de Marin Headlands y caminar hasta la costa, subiendo y bajando las colinas. En Blazing Saddles lo orientarán y le alquilarán un candado.
Un modo menos aeróbico de maravillarse ante el puente Golden Gate y el paisaje que lo rodea es visitar Fort Point, debajo de su anclaje meridional. Construido durante la Guerra de Secesión como atalaya contra los ataques desde el mar, hoy es lugar histórico nacional y museo. Se visita gratuitamente de miércoles a domingos, entre las 10 y las 17. Informes: 556-1693.
Pero basta de espacios abiertos. San Francisco es casi tan famosa por su arquitectura como por sus paisajes. El exponente más reconocido internacionalmente -reproducido hasta el hartazgo en fotos y escenas de films- es la hilera de hermosas casas victorianas, pintadas en colores vivos, al 700 de Steiner Street. Pertenecen al llamado estilo Tejamanil (Shingle Style), versión norteamericana del estilo Reina Ana.
Hasta el 4 de octubre podrán asistir al Festival Shakespeare de San Francisco, iniciado a comienzos de este mes. Se ofrece una sola obra, El sueño de una noche de verano , los sábados, domingos y feriados, en el Liberty Meadow del parque Golden Gate. La entrada es libre y gratuita, pero los remolones verán, quizá, muy poco o nada. Informes: 422-2222.
Y hasta el 1º de diciembre tendrán tiempo para visitar la muestra Alexander Calder: 1898-1976, en el Museo de Arte Moderno de San Francisco (151 Third St.; 357-4000). Se exponen unos 200 móviles y esculturas. Horarios: jueves, de 10 a 21; viernes a martes, de 10 a 18. Entrada: 8 dólares, con descuentos para estudiantes y ancianos; primer martes de cada mes, gratis.
Frank Bruni
(Traducción de Zoraida J. Valcárcel)
(Traducción de Zoraida J. Valcárcel)
Alternativas por las calles de una ciudad que sigue en escena
Orientaciones: platos californianos y asiáticos puestos en mesas de cantinas y salones se suman a la amplia gama de posibilidades para alojarse.
Precios por habitación doble y por comidas para dos personas. Prefijos: 1-415.
Hotel Majestic (1500 Sutter St.; fax 673-7331): construido hacia 1900 en un lugar más tranquilo que Union Square o la Zona Financiera y remozado recientemente, aunque conservando su encantador estilo; 57 cuartos; 150 dólares.
Harbor Court (165 Steuart St.; fax 882-1313): bastante parecido al anterior; su calidez, buena ubicación y pleno acceso al YMCA compensan la pequeñez de muchas de sus 131 habitaciones. Tarifa de septiembre: 195 dólares; consulten sobre paquetes, precios especiales o mejoras de ofertas.
Hotel Del Sol (3100 Webster St.; fax 931-4137): albergue para automovilistas de los años cincuenta, en la Marina, hoy remodelado en un audaz estilo tropical; 57 cuartos; 119 dólares en temporada alta. Estacionamiento gratuito (toda una rareza en esta ciudad superpoblada).
Grant Plaza Hotel (465 Grant Ave.; fax 434-3886): un lugar limpio y seguro en el corazón del Barrio Chino; la mayoría de sus 72 cuartos son pequeños y espartanos, pero todos tienen baño privado; 65 a 85 dólares.
Mandarin Oriental (222 Sansome St.; fax 433-0289): ocupa los pisos 38º a 48º del tercer rascacielos -por su altura- de la ciudad; en cada habitación (hay 158) un par de prismáticos invita a mirar el panorama; desde 325 dólares, pero calculen que una tarifa media es mucho mayor. Gimnasio decorado con obras cedidas en préstamo por el Museo de Arte Moderno local.
Sherman House (2160 Green St.; fax 563-1882): íntimo, romántico y exquisito, en una callecita del hermoso barrio residencial Pacific Heights; 14 habitaciones, todas distintas, algunas con hogar de leña; desde 310 dólares, por un cuarto sin hogar, hasta 775, por una suite con patio.
Restaurantes
Hawthorne Lane (22 Hawthorne Lane; 777-9779): lo mejor de la cocina californiana, en uno de los salones más bonitos de la ciudad; 100 dólares o más.
Black Cat (501 Broadway, North Beach; 981-2233): cantina inaugurada recientemente; menú ecléctico; 80 dólares, con vino. La cocina funciona hasta pasada la medianoche.
Slanted Door (584 Valencia St.; 861-8032): la famosa e innovadora cocina asiática local, en un ambiente bullicioso propio del Barrio Mission; 45 a 85 dólares, incluidos aperitivos y un vino aceptable. Reserven mesa con mucha anticipación.
Ti Couz (3108 16th St.; 252-7373): el paraíso de los panqueques; por menos de 40 dólares podrán inventar aperitivos, comidas o postres y pedirlos sobre la marcha, o bien aceptar alguna de las innumerables sugerencias del menú, todo regado con los famosos vinos y sidras fermentadas de la casa.
Mo´s (1322 Grant Ave., North Beach; 788-3779): aquí también preparan comidas personalizadas -además de estupendas hamburguesas con queso, panceta ahumada o cebolla al caramelo- en un lugarcito muy informal; 25 dólares en promedio.
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
