Nicolás se enteró de que el domingo a la tarde estuve con la mujer de su amigo. No sé cómo, ni me importa. No le pregunté y no quiero ahondar en este tema, por mi propio bien.
Me llamó ayer en un estado de desesperación que no entiendo. Pero nada, es la respuesta esperable de alguien que mintió. Me explicó muy atolondradamente que se IBAN a ir a lo de Perengano, pero que no habían hablado con él en realidad y que claro, después se enteraron y se fueron a lo de la madre de Mongo, que estaban disponible.
En fin, la verdad, no es algo que yo vaya a creerme, pero en el fondo tampoco siento que esté con una mina. No sé. No sé qué es lo que pasa.
Ayer estuve todo el día en el consultorio. Un caos absoluto. Mi madre y Mirti me trajeron a los chicos a la tardecita y los llevé a ver una obra de teatro y después a comer. Llegué a casa agotada.
Estuve leyendo sus comentarios y entiendo lo que algunos me dicen del "derecho" que yo tengo de saber en qué anda Nicolás (que lo entiendo. entiendo que lo tengo, pero no entiendo que por tenerlo, deba ejercerlo), pero no entiendo a esos que me reclaman no demostrar aquí la gravedad de mi tristeza.
Estoy a cargo de muchas cosas. Tengo tres chicos chiquitos que me demandan constantemente. Cuando no es uno, es otros, y cuando no, los tres a la vez.
Para poder solventar ciertas cosas de mi vida, como esta casa, estoy laburando muchísimo. Nunca trabajé tanto.
Mirti viene bastante, pero tampoco es que puede ocuparse mucho de la casa, así que cuando llego, básicamente, entro en una maratón de limpieza, orden, baños, comidas, viandas, etc.
Y lo más importante. como bien dijo alguien ayer: hace muy poco que Nico y yo estamos separados.
En mis fueros más íntimos, no caí, ni empecé a caer en que esto es así.
Tengo momento de lucidez, se los he contado, en los que sí, siento un pozo profundìsimo bajo mío y me da tanto pánico caer.
Nadie muere de amor, lo sé.
Pero yo le temo al deterioro en la calidad de vida. Le temo a la obsesión, a la posesión, a que la mente no pueda salirse de un pensamiento, de una imagen.
Eso me da tanto miedo. Deprimirme.
Yo no sé si la separación es definitiva o no. Y tampoco sé cómo quiero que sea. Ese es el quid.