Entre acusaciones cruzadas y pasajeros que esperan horas hasta lograr despegar, continúan los problemas en los aeropuertos de Brasil, aunque se empieza a proponer soluciones. Para atenuar los retrasos, los aviones para vuelos contratados en Brasil no podrán despegar en las horas de mayor tráfico aéreo, dando prioridad a los vuelos comerciales cuyas demoras afectan a cientos de miles de pasajeros desde octubre.
Los aviones charter, contratados en su mayor parte para paquetes de turismo en el mismo Brasil, no podrán operar entre los lunes y los viernes, desde las 7 hasta las 9, y de 17 a 20, informó el servicio noticioso Agencia Estado y la agencia AP.
Tampoco se permitirán vuelos fletados luego de las 17 del domingo, dijo Agencia Estado citando a Milton Zuanazzi, director de la Agencia de Aviación Civil de Brasil.
En el país más grande de América latina se han registrado varios retrasos de vuelos a partir de que los controladores de tráfico aéreo iniciaron protestas laborales ("trabajo a reglamento") en reclamo de mejores salarios y condiciones de trabajo.
Zuanazzi no dijo cuánto se prolongará la medida, pero declaró a periodistas en Río de Janeiro que las demoras no podrán ser totalmente resueltas hasta febrero o marzo.
Los retrasos se agravaron la semana última, cuando las autoridades suspendieron todos los despegues de los tres principales aeropuertos durante horas, a causa de una falla en el sistema de control de vuelos en Brasilia. Las aerolíneas demoraron varios días en transportar a los pasajeros varados a sus destinos.
Fuego cruzado
El tráfico aéreo de Brasil comenzó a sumergirse en el caos el 29 de septiembre último, cuando dos aeronaves chocaron sus alas sobre el Amazonas, hecho que ocasionó que una de ellas -un jet de pasajeros- perdiera el control y cayera en medio de la jungla, provocando la muerte de 154 personas que estaban a bordo.
Los resultados preliminares de una investigación apuntaron a serias fallas en el control del tráfico aéreo, como lagunas en la cobertura de los radares.
En respuesta, los controladores bajaron su ritmo de trabajo, como forma de protesta que causó el colapso del tráfico aéreo.
El martes, la Corte Federal de Contabilidad emitió un reporte sobre el financiamiento del sistema del control de tráfico. "El gobierno es responsable de la crisis debido a la falta de inversión y su evaluación de recortar más el presupuesto de lo que debería haber hecho", dijo Augusto Nardes, miembro de la Corte Federal.
"Sumando los recortes y congelamientos, hubo una diferencia de 522 millones de reales (243 millones de dólares) entre las necesidades del departamento de control del espacio aéreo Decea y lo que se recibió en los últimos cuatro años", dijo a reporteros. Según versiones oficiales, el presupuesto actual del Decea es más de un 40 por ciento mayor que el de 2004.