
El otro día me preguntaron "qué es lo mejor y lo peor de tener hijos".
La verdad, yo podría ponerme en "modo publicidad" y dar respuestas cliché.
Pero no, quizá ya a esta altura lo sepan, no es mi estilo.
Me he ganado unos cuantos detractores con esta actitud, pero sepan: es lo que hay.
A veces me despierto más frontal que de costumbre. Y el otro día, fue una de esas veces.
El mejor momento, para mí, de tener un hijo es cuando ves que las cosas que están saliendo bien.
Cuando ves que come morcilla, feliz, saboreándola cual si fuera un manjar (siendo que vos no podés siquiera usar el mismo tenedor con el que una de estas achuras fue rozada).
Cuando notás que lograste tu objetivo. Que resultó como te lo habías propuesto, y tu hijo es feliz.
Darte cuenta de que no le transmitiste tus miedos. De que superaste, en tu niño, tus propias miserias. Y él o ella son mejores personas que vos.
Mi chicos son mejores personas que yo.
No son versiones mejoradas de mí.
No
Yo no soy la referencia.
De hecho, ellos lo son.
Y yo, yo soy mejor persona desde que ellos existen.
Lo peor de la maternidad? No, no da para este post.
O quizá sí, pero mejor lo hablamos en los comments, no?
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