•

Londres, con buen ojo

El London Eye, la atracción paga más visitada del país, cumplió diez años y sumó cine 4D

por

Andrea Ventura

27 de junio de 2010

LONDRES.- Cuando el London Eye, esa gran noria a orillas de la margen sur del Támesis, frente al Parlamento, comenzó a girar para celebrar el nuevo milenio, rodeada de fuegos artificiales y festejos, tuvo más críticas que bienvenidas.

La enorme vuelta al mundo para muchos ingleses definitivamente desentonaba con los monumentos históricos y prestigiosos que la rodeaban. El futuro era incierto y al principio la rueda sólo giraría por un tiempo, hasta que se acabara el furor del nuevo milenio.

Pero el London Eye finalmente conquistó a visitantes y locales (con más esfuerzo) y se quedó.

Una historia con muchos puntos coincidentes con la Torre Eiffel, en París.

Hoy, 10 años después, es símbolo de la Londres del siglo XXI y la atracción paga que más visitantes recibe en el país: cada año suben a sus cápsulas 3.750.000 personas.

También contribuyó a revitalizar la margen sur del Támesis, más postergada. Ahora, esa zona tiene un paseo peatonal muy arreglado y cuidado hasta el Puente de Londres y opciones gastronómicas para todos los gustos.

A mediados del año pasado incorporó la exhibición de una película 4D, incluida en el precio de la entrada. El film, de apenas cuatro minutos, da una nueva dimensión de Londres a los visitantes a través de la historia de un padre y su hija que llegan a visitar el London Eye, con muchos efectos sensoriales, como viento, nieve y hasta olores. Lo recomendable es ver la película antes de subir.

Vale la pena hacer el vuelo. A la cápsula se accede con la rueda en movimiento (nunca se detiene), pero va lo suficientemente despacio como para que los 25 pasajeros puedan acceder sin dificultad.

Completamente vidriadas, dan una vista increíble de la ciudad, para donde se mire. Más próximos el Támesis, sus puentes, el Parlamento, el Big Ben y todo lo que cada uno pueda reconocer de esta gran ciudad. Antes de subir, venden una especie de librito con fotos hacia los cuatro puntos cardinales que señalan los monumentos más emblemáticos, para descubrir en el vuelo.

Como ningún turista quiere perderse las impresionantes vistas panorámicas, y hasta 40 kilómetros de distancia que se obtienen, las filas para subir son eternas, tanto para comprar la entrada como para aguardar el turno y entrar en las cápsulas. Hay varias opciones para no perder tanto tiempo.

La más fácil, por supuesto, es la más cara. La entrada con el fast track, que permite subir haciendo una fila preferencial (mucho más corta), cuesta 10 libras más.

Otra posibilidad más recomendable para bolsillos devaluados es la compra anticipada de las entradas por Internet, que obtiene un 10 por ciento de descuento. Se puede pagar con tarjeta de crédito y retirar directamente allá. Es indispensable estar en el horario elegido. Las agencias de viaje también venden las entradas por anticipado.

DATOS UTILES

Horario

En julio y agosto, abre de 10 a 21.30.

Tarifa

Adultos (más de 16 años), 27 dólares; menores (de 4 a 15 años), 14 dólares. Lo más conveniente para evitar las largas filas es comprar la entrada por anticipado en la Web o en agencias de viajes.

También se ofrecen vuelos especiales con champagne por 33 libras por persona.