

Bretaña es la patria de Astérix, pero también la de Merlín y los Caballeros de la Mesa Redonda. Esta península francesa, que avanza en el Atlántico fue poblada por los celtas, y cuando los anglosajones invadieron las Islas Británicas recibió a grandes comunidades de celtas insulares que reforzaron su singularidad. Hoy día, las costumbres y la lengua están recobrando cierto vigor luego de más de un siglo de declinación. Si bien son una ínfima minoría, los bretones que pueden hablar una de las cinco variantes regionales de bretón, el carácter celta se despierta.
En la tupida selva de Paimpont, que fue otrora la de Brocéliande -donde se desarrollaron el mítico ciclo del Grial y las gestas de los caballeros del Rey Arturo-, sitios como la tumba de Merlín, la Fuente de Juventud, el Valle de Viviana y el lago embrujado del castillo de Lancelot atraen a decenas de miles de turistas cada año.
En cuanto a la música, es quizás allí donde la identidad regional bretona cobró mayor auge. Esta renovación empezó en los años 70, gracias a un arpista que revivió los viejos sonidos bretones con su instrumento: Alan Stivell, hoy mundialmente reconocido como uno de los mejores exponentes de las músicas celtas. Sin duda, supo hacer evolucionar su música y le abrió nuevas puertas. Esta vocación le vino de su padre, un bretón exiliado en París (como muchos en las primeras décadas del siglo XX), que fabricó las que se consideran hoy como las Stradivarius de las arpas.
Las otras grandes figuras de la música bretona, que desde los años 70 impulsaron su renovación, son Gilles Servat, Tri Yann y Dan Ar Braz. Servat representa la facción combativa y políticamente comprometida. Sus canciones hablan de independencia y uno de sus temas, La blanche hermine, se convirtió en una especie de himno oficioso de Bretaña.
Tri Yann, los tres Juan, es en cambio un conjunto que hizo entrar el pop en la música bretona. Dan Ar Braz, por su parte, fue el impulsor del concepto L´Héritage des Celtes (la herencia de los celtas), una serie de conciertos con músicos de Bretaña, Escocia, el País de Gales e Irlanda.
Desde los años ochenta y con el auge de la música celta, las nuevas generaciones de bretones tienen amplio público y no están confinadas a su región. Entre ellos se puede mencionar a Denez Prigent, promotor de una música basada en las raíces tradicionales (con la reivindicación de las hermanas Gloadec, cantantes bretonas de principios del siglo XX, y de Annie Ebrel, animadora de festou-noz, las fiestas populares bretonas), Manau, que creó el rap bretón, Matmatah, que hace un rock céltico, o Ar Re Yaouanck.
Algunos discos
- L´Heritage des Celtes, Dan Ar Braz, Saint-Georges, Sony Music France.
- Touche pas à la Blanche Hermine, Gilles Servat, Columbia, Sony Music France.
- La Tradition symphonique, Tri Yann & l´Orchestre National des Pays de la Loire, Marzelle, Sony Music France.
- Me´zlac´h ennon, Denez Prigent, Barclay, Universal France.
- Panique celtique, Manau, Polydor, Universal France.
Pierre Dumas
SEGUIR LEYENDO


Lanzamos Wellmess, el primer juego de cartas de OHLALÁ!: conocé cómo jugarlo
por Redacción OHLALÁ!

Gala del Met: los 15 looks más impactantes de la historia
por Romina Salusso

Kaizen: el método japonés que te ayuda a conseguir lo que te propongas
por Mariana Copland

Deco: una diseñadora nos cuenta cómo remodeló su casa de Manzanares
por Soledad Avaca Cuenca
