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Los territorios de Calin, al pie de los Andes

Calingasta, en el Camino del Inca, es un lugar mimado por la naturaleza, que la proveyó de ríos, riquezas minerales y amplias planicies coronadas por álamos y sauces; es también la región marcada por la historia




SAN JUAN.- A unos 135 kilómetros al oeste de esta ciudad, Calingasta tiene el encanto especial de un valle al pie del macizo andino.
Más allá del cerro El Tontal y donde las alturas andinas descienden a los valles intermedios, un rosario de poblaciones se aferra a la vida que ofrenda el agua de los ríos Los Patos, Calingasta y Castaño, para conformar el departamento más extenso de San Juan. Son casi 24.000 kilómetros cuadrados que están atrapados por la cordillera de los Andes, entre los 1150 y 1700 metros de altura sobre el nivel del mar.
De Sur a Norte están Barreal, Sorocayense, Hilario, Colón, La Isla, Villa Nueva, El Castaño, El Leoncito de El Tontal y el Leoncito del Norte, Barrealito, La Alumbrera, Kilómetro 114 y las Hornillas.
Las tierras de Calin: antiguos dominios huarpes establecidos en el Camino del Inca y enclavados en los valles longitudinales que enmarcan los cordones andinos y los contrafuertes de El Tontal, siguiendo el curso de los ríos de Los Patos, Calingasta y Castaño.
Se supone que antes de la fundación de San Juan, por Juan Jufré, en 1562, otros españoles, los incas y algunos misioneros ya habían transitado las tierras del pueblo de Calin, que sentaba sus reales en los valles, junto a los ríos, para finalmente extinguirse u ofrendarse heroicamente en las pircas cumbreñas. Más aún, se estima que miles de años antes otros grupos étnicos habitaron los faldeos, como en el caso de Los Morrillos en las cuevas de Ansilta. La riqueza mineral movió a incursionar en estos agrestes territorios, para después aprovechar otros tantos recursos que ofrece la naturaleza.
Calingasta es también un pueblo con historia. Protagonizó un simbólico éxodo sugerido por el General José de San Martín en vísperas del cruce de Los Andes, con su Ejército Libertador por territorio calingastino.

Barreal

Barreal está situado en el extremo sur del departamento, a unos 180 kilómetros de esta ciudad. Para disfrutar plenamente se debe partir desde el puente sobre el río Los Patos. Desde allí existen dos vías hacia Barrreal. Por una se atraviesa la villa de Calingasta y Tamberías y desde Sorocayense, se empalma la ruta hacia Barreal.
La otra alternativa consiste en ingresar en la ruta sobre la margen derecha del río y se pasa por los distritos La Isla, Colón, Hilario y Sorocayense.
A la altura de Sorocayense se cruza el badén de El Carrizal y aparecen las trincheras de enhiestas alamedas que demarcan el territorio que responde al nombre de Barreal.
Más adelante, añejos sauzales y un aroma de menta salen al encuentro del visitante. Campos labrados y potreros donde los animales pasan la invernada. Los cerros Colorados hacia el Naciente van mostrando caprichosas formaciones, en tanto que el imponente cordón andino de Ansilta destaca sus siete picos nevados.
Frente a la plaza San Martín se pueden recabar datos sobre disponibilidad de cabañas o lugares para acampar. Más adelante está la plazoleta Almirante Brown y ya se está en pleno corazón de Barreal.
Desde allí se pueden efectuar innumerables recorridos y visitar Barreal Blanco, una antigua cuenca lacustre que, al sedimentarse, formó una curiosa planicie de unos 10 kilómetros de largo por dos de ancho.
Desde 1960, allí se practica el carrovelismo fomentado por vientos constantes que permiten que los velámenes de estos vehículos sin motor aprovechen su fuerza y realicen desplazamientos a velocidades superiores a los 50 kilómetros por hora.
También se puede visitar la quebrada por donde baja el arroyo El Leoncito, cuyo nacimiento están en las vertientes de El Tontal. Allí está el Observatorio Astrográfico El Leoncito y el Observatorio Astronómico Félix Aguilar. Se pueden recorrer sus instalaciones, admirar los sistemas telescópicos de observación y otros instrumentos. Allí se produce la cita con las estrellas. y se puede observar la maravillosa cordillera de los Andes, los picos Ansilta, la cima del Mercedario, el cordón de La Ramada y, hacia el fondo, el blanco penacho del Aconcagua.
El Callejón de Los Enamorados es una cita obligada; los camping, cabalgatas y visitas a los Cerros Colorados, El Alcázar, El Tontal, Los Arroyos, Los Morrillos, Las Hornillas, Manantiales, hacen que sean pocos los días para admirar tanta belleza.

Datos útiles

Alojamiento Para disfrutar de Calingasta en general y de Barreal en particular, las ofertas turísticas son las siguientes:
  • Departamentos cordilleranos: para 6 personas, con ropa de cama.
Se pueden reservar por el 0648-41016/17.
  • Cabañas municipales. Reservas: 0648-41241
Hotel Barreal: reservas: 0648-41114.
  • Posada San Eduardo: reservas: 0648-41046.
Excursiones
Estos son los precios aproximados de algunas excursiones propuestas en este circuito.
  • 10 días de duración, visitando Paso de San Martín, cerro Aconcagua, petroglifos del río de los Indios, aguas termales y grutas aborígenes de Las Cerradas.
  • Safaris fotográficos.
  • Los Morrillos, refugio de vida silvestre argentina: duración 6 horas. Operable todo el año.
  • Visita por dos días, con alojamiento en la alta montaña, en Punta del Agua.
  • El Tontal, balcón de San Juan: todo el año; se visita la vieja mina del Carmen, cumbre de la sierra de El Tontal, precordillera sanjuanina a 4000 metros de altura sobre el nivel del mar.
Punto panorámico de 450 kilómetros en la cordillera de los Andes, avistando desde el cerro Tupungato en Mendoza hasta la cordillera de Colanguil en Iglesia, San Juan. Visita de la ciudad de San Juan, dique de Ullum y sierras de Pie de Palo.
  • Las Hornillas y Manantiales: duración 6 horas, todo el año. Se visita Las Hornillas, hostería de montaña, Manantiales, pista de esquí, lugares históricos por donde pasaron los generales San Martín y O´Higgins.
  • Hacia el cementerio indígena. Duración de 3 a 4 horas. Se observan petroglifos en rocas y restos de cacharros.
Juan Carlos Poblete Barrios

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por Redacción OHLALÁ!


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